Rebelión y anuncio de movilizaciones en Plasencia por la ausencia del tren
El alcalde de la ciudad, Fernando Pizarro, anuncia que no se quedará «de brazos cruzados» Vara justifica que el tren rápido «no puede parar en todos los pueblos» pero que llegará a Plasencia
Más pronto que tarde». Es el plazo nada científico que ha puesto el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, para que el nuevo tren rápido que empezará a funcionar en la región a partir del 19 de julio, también pare en Plasencia. Una promesa que no convence en la capital del Jerte.
El alcalde de la ciudad, Fernando Pizarro, fue el primero en reiterar ayer que no se quedará «de brazos cruzados» ante lo que considera «falta de equidad y que nos consideren una ciudad de segunda». Por ello, el regidor anunció que va a convocar a los colectivos empresariales y vecinales y al Consejo Económico y Social para planear en conjunto un modo de «pasar a la acción». «Los 33 minutos que ganan unos los perderemos nosotros yendo a Monfragüe en autobús», criticó.
El regidor reiteró que el viaje de prueba que se realizó el pasado jueves fue un «paripé»: «Se podían haber ido a Monfragüe y así no nos engañan a ninguno». El alcalde placentino recordó que la ciudad no solo queda fuera de la nueva conexión con Madrid, sino que también arrastra la ausencia del tren Ruta de la Plata, del que reclamó su reapertura: «Hay una opción de abrirlo primero hasta Salamanca, pero ni siquiera se plantean eso».
Pizarro subrayó que los placentinos no se pueden conectar con la capital de España ni con la extremeña ya que no pueden «ir a Mérida a hacer una tarea administrativa y venir en el mismo día». Para el alcalde, los placentinos son los «más damnificados por las decisiones de Renfe y del PSOE en los últimos años (...) Por la eliminación de los trenes que nos comunican con Madrid y las traba existentes en el resto de comunicaciones», dijo.
Además, recordó que Plasencia tiene una «estación de referencia», en la que se han invertido 4 millones de euros y es ciudad central para 200.000 habitantes de las comarcas del norte de Extremadura. Una estación que, precisamente, es una de las principales trabas que justifican la no parada del nuevo tren, al tener sus vías en fondo de saco, es decir, que una vez el ferrocarril entra en la estación, requiere después forzosamente la inversión de la marcha del tren para volver a salir.
LA RESPUESTA // Ante este primer conato de rebelión, Guillermo Fernández Vara reconoció ayer por la mañana que entiende «el enfado y exigencias» después de tantos años de espera pero afirmó que no se puede pensar que el nuevo tren de altas prestaciones o tren rápido «vaya a parar en todos los pueblos de su trayecto» (camino de Madrid). El presidente de la Junta afirmó que esto es «imposible» y «no ocurre en ningún otro sitio» por lo que, sin definir exactamente de qué manera, aseguró que lo que harán los nuevos trenes en la región será que «unos pararán y otros no pararán» en determinadas localidades y esto se hará «en función de la oferta que haya».
Para Vara, la puesta en marcha del nuevo trayecto en menos de un mes es «un primer paso» y se mostró esperanzado de que «ojalá que cuando se den los siguientes, todo el mundo quede plenamente satisfecho». La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, también aseguró que se trata de una «solución temporal».
La misma visión mostró ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, quien aseguró que «Plasencia va a estar mejor conectada con un mayor número de conexiones; algunas de ellas absolutamente pérdidas, como la de Sevilla». García Seco se remitía al comunicado de Renfe en el que el operador defendía que la ca
pital del norte será «la ciudad que más paradas ganará con la nueva línea», al pasar de las 27 actuales a un total de 50. Además, la segunda estación que más verá incrementado el número de paradas según la compañía ferroviaria será Monfragüe-Plasencia, con un aumento de 21, al pasar de las 43 actuales a 64.
García Seco definió esta respuesta de Renfe como «absolutamente clarificadora y explícita» y aseguró
que los extremeños «estamos dando pasos para tener un tren completo hasta Madrid de alta velocidad».
Un optimismo que no se respira en la calle, aún menos en Plasencia. Colectivos como Milana Bonita ya planifican «nuevas acciones» al considerar que «se están riendo de nosotros».
Nuevo tren, mismos problemas. El culebrón ferroviario extremeño sigue su trayecto.