El nuevo modelo de cuidados acaba con las macroresidencias
Los geriátricos deberán tener un máximo de 120 plazas en zonas urbanas y 75 en áreas rurales El acuerdo de acreditación de centros impone espacios de convivencia parecidos a hogares
El Ministerio de Derechos Sociales y las comunidades aprobaron ayer el nuevo modelo de cuidados, que aboga por la atención domiciliaria y pone fin a las macroresidencias, al proponer espacios más hogareños, con grupos de convivencia de 15 personas, más personal y más habitaciones individuales. Asimismo, acaba con las polémicas sujeciones, ya sean físicas, mecánicas o farmacológicas.
Se trata de la segunda vez que el ministerio liderado por Ione Belarra propone a los gobiernos territoriales renovar el acuerdo de acreditación de los centros y entidades que prestan cuidados en el sistema de dependencia y que data de 2008. La primera vez fue a finales de mayo y, después de meses de intensas negociaciones, un buen grupo de autonomías se pronunció en contra porque considera que el Gobierno no pone suficiente dinero encima de la mesa.
No obstante, en esta ocasión el acuerdo ha salido adelante en una ajustada votación y será, por tanto, de obligado cumplimiento. En un plazo máximo de nueve meses se deben aprobar las disposiciones necesarias. Han votado a favor 10 autonomías (incluyendo Melilla) y en contra nueve, todas las gobernadas por el PP más Castilla LaMancha, Ceuta, y Cataluña y
Euskadi, por motivos competenciales. Además, para facilitar el acuerdo, se ha ofrecido un plazo hasta 2030 para cumplir con todas las exigencias y se ha eximido a las residencias ya construidas de cumplir con todos los requisitos, salvo la reestructuración en unidades de convivencia de 15 personas, dotadas de un comedor y una sala de estar (al menos el 80% de las plazas), y las ratios de personal.
Por su parte, los geriátricos y centros para dependientes de nueva construcción tendrán un máximo de 120 plazas en zonas urbanas y 75 en áreas rurales y deberán disponer de, al menos, un 65% de habitaciones individuales. En cuanto al personal, se elevan las ratios de forma que al finalizar 2029 habrá un profesional por cada dos residentes y un mínimo del 80% serán contratos indefinidos. Con esta medida, se prevé la creación de más de 34.000 empleos tanto en residencias como centros de día públicos, concertados o que cobren los cheques por servicio.
El nuevo modelo busca acabar con la atención enlatada e igual para todos por otra más flexible y respetuosa con los deseos de la persona, que tendrá un plan personal de atención que recoja sus preferencias sobre cómo desea vivir. Precisamente, teniendo en cuenta que la mayoría de dependientes prefiere vivir en sus casas, el plan mejora los servicios de atención domicilia y la calidad en el empleo.