Aprobada la moción que pide expedientar al superintendente
▶ La presentó el PSOE y la apoyaron Unidas Podemos y Vélez. PP y Cs votaron en contra
Las críticas que ponen en tela de juicio actuaciones del superintendente de la Policía Local de Badajoz, Rubén Muñoz, llegaron ayer al pleno ordinario del Ayuntamiento de Badajoz, que debatió y votó una moción del PSOE para la apertura urgente de un expediente disciplinario y se le suspenda de sus funciones como medida cautelar. La moción se aprobó con los votos del PSOE, Unidas Podemos y el concejal no adscrito, Alejandro Vox, a pesar de que el alcalde, Ignacio Gragera, de Ciudadanos, intentó que no hubiese debate público y que no lo pusieran en esta tesitura por una cuestión en la que consideró que no hay pruebas fehacientes sino que se basa en especulaciones.
Ciudadanos no quiso participar y no se posicionó, aunque el alcalde dejó claro su «total desacuerdo». Sí lo hizo el PP, que votó en contra de la moción. «El superintendente tiene todo nuestro apoyo, como la concejala María José Solana (de Policía Local) y todos los trabajadores de esta casa», defendió el portavoz del grupo popular, Antonio Cavacasillas, que protagonizó la anécdota del día cuando ocupó unos minutos el sillón del alcalde en su ausencia.
El PSOE pidió la apertura urgente de un expediente disciplinario al superintendente en base a los hechos que, según los socialistas, ocurrieron el sábado 2 de octubre de 2021, con motivo del encuentro de fútbol en el Nuevo Vivero entre el CD Badajoz y el Cultural Leonesa, cuando se produjo un atasco de tráfico debido a la falta de policías locales que, según denunciaron los sindicatos, había sido «una maniobra del jefe de la Policía Local para presionar al alcalde». Los socialistas aseguran que estaba nombrado por escrito un servicio extraordinario de 8 agentes para este partido, pero el día anterior el jefe de la Policía Local dio la orden verbal de que no acudieron. A tres no pudieron localizarlos y cuando se presentaron los enviaron de servicio a Cerro Gordo, según la moción.
La iniciativa del PSOE no entraba en más cuestiones que atañan al superintendente ni se refería a las horas extraordinarias que ha pedido por la vía judicial y que el juzgado de lo contencioso administrativo ha rechazado.
Los socialistas querían que entrase en el orden del día por urgencia. Pero antes de analizarla, el alcalde advirtió de que más que una moción era un ruego, una definición que evitaría el debate y el posicionamiento de los grupos políticos, que no tendrían que votar. «Yo no puedo participar en esto con datos incompletos», recalcó.
Cabezas defendió que con la apertura del expediente se podrá aclarar qué sucedió con el dispositivo policial de aquel partido y acusó al equipo de gobierno de «falta de transparencia» y de «dejación de funciones». Al alcalde le reprochó que esta es «la realidad de la gestión» y no «el café para todos», si bien reconoció que es «una situación dura» la que se iba a debatir. Gragera insistió en que no se deben tomar decisiones «en caliente», porque además no tiene información para el expediente sancionado, «porque nadie me ha trasladado ninguna incidencia».
También la portavoz de Unidas Podemos, Erika Cadenas, se quejó de «la opacidad» del equipo de gobierno en lo que atañe a la Policía Local y recordó que su grupo pidió la dimisión de Solana, «pero no hay forma de que den explicaciones». Vélez, por su parte, echó en cara al alcalde que intentase «a toda costa» impedir que esta moción se debatiese. Cavacasillas no lo tenía fácil con todos enfrente. El portavoz popular tiró por la calle de en medio y además de elogiar la dedicación del superintendente a su trabajo, repasó los avances de la Policía Local y su esfuerzo durante la pandemia. «No es justo pagar su entrega con una moción como ésta», dijo. «Es verdad que nos cuesta traer esta moción aquí, pero la autoridad se debe ejercer desde la representación política e institucional», sentenció Cabezas.
Gragera intentó, sin lograrlo, que no se debatiese y dijo que las críticas se basan en «chismorreos»