Nos engañan
En estos días, se está hablando de la instrumentalización de las instituciones por interesados fines gubernamentales. La mosca está detrás de la oreja. Con motivo de esa sesgada propaganda desplegada con motivo de la cumbre de la OTAN en Madrid, diversas fuentes del Gobierno español han venido repitiendo hasta la saciedad que el 80% de los españoles aprueban la necesidad de la OTAN, sus fines y cometidos.
Un servidor, por andar de acá para allá, habla con muchísima gente, de diferentes colores y pelajes. Raro es encontrarme con alguien que alabe dicha organización belicista. Todos critican que la OTAN no es más que un instrumento para defender los intereses de los EEUU de Norteamérica, que pretende seguir siendo el dueño del mundo y arrastra a Europa detrás suya. Critican, igualmente, que España se esté implicando cada vez más en políticas armamentísticas, previéndose el desembolso de miles de millones en armamento para satisfacer las ambiciones atlantistas, cuando en este país cientos de miles de familias viven con sueldos de miseria y los jóvenes no pueden soñar con comprarse un piso y vivir con cierta decencia.
Del mismo modo, critican que España se tenga que gastar 50 millones de euros en alojar y dar de comer a gerifaltes atlantistas que ganan más en un año que un obrero en toda su vida, y todo para lanzar inflamados discursos para que se eternice la guerra de Ucrania y se siga enviando armamento pesado al ejército ucraniano, abocándonos a una tercera guerra mundial, con consecuencias imprevisibles. Y critican que, por esas políticas agresivas y beligerantes de los nuevos cruzados atlantistas, España esté inmersa en una inflación que está empobreciendo las clases medias y miserabilizando a las bajas, mientras que algunos ególatras mandamases solo buscan la foto con los poderosos y dueños del mundo.
¿No se habrán equivocado a posta las encuestas y, en vez del 80% de españoles que apoyan la OTAN, sea el 8%?
El politólogo e historiador estadounidense George F. Kennan no se cansó de repetir que la OTAN se tenía que haber disuelto cuando lo hizo el Pacto de Varsovia y terminó la Guerra Fría, desapareciendo su razón de ser.
No le interesaba a EEUU y, como dice otro ilustre analista e historiador del mismo país, Stephen Wertheim, si la situación de Ucrania no se maneja bien, un futuro perturbador se cierne sobre Europa. La OTAN puede llevarnos a una catástrofe mundial.