3,5 millones de trabajadores no logran llegar a fin de mes
600.000 empleados ▶ más se encuentran y en riesgo de exclusión
Un total de 3,5 millones de personas en España no llegan a final de mes pese a tener un empleo. La pobreza laboral aumentó en casi 600.000 personas entre 2020 y 2021 y afecta al 17,9% de los ocupados, según la encuesta de condiciones de vida publicada ayer por el INE. Si desde el final de la Gran Recesión la carestía entre trabajadores era una realidad a la baja en el mercado laboral español, la pandemia ha roto esa tendencia y vuelto a disparar las dificultades entre una parte no menor de los trabajadores. Y los datos del INE de 2021 no tienen aún en cuenta el efecto de la escalada del IPC que se está registrando este 2022 y que está sobre los dos dígitos (10,2%), su mayor nivel en casi 40 años. Entre el conjunto de la población, el riesgo de pobreza o exclusión social se situó en el 27,8%.
La pobreza laboral continuó al alza en 2021, un año en que el salario mínimo interprofesional (SMI) permaneció estancado hasta octubre, cuando una vez superadas las divisiones dentro del Gobierno y pese al rechazo patronal, este subió de 950 euros a 975 euros (en 14 pagas). El 39,1% de los asalariados reconoce llegar con mucha dificultad, con dificultad o con cierta dificultad a final de mes. Los sueldos bajos y, sobre todo, la falta de horas y la intermitencia de las mismas provocan que no todos los empleados trabajen una jornada mínima que les asegure una nómina decente.
/
UNO DE CADA CUATRO Nóminas paupérrimas que permiten gastos paupérrimos. Uno de cada cuatro trabajadores no pudo irse de vacaciones el año pasado por falta de ingresos. A más de uno de cada cuatro un gasto imprevisto les descuadra el mes. Y uno de cada 10 no pudo poner el aire acondicionado o la calefacción. Habrá que ver cómo evoluciona este último indicador en la encuesta del año que viene dada la actual escalada de los precios de luz y gas. Y es que, pese a esa precariedad de parte de los ocupados, tener trabajo o no continúa siendo una diferencia sustancial a nivel de calidad de vida.