Reclaman no aplicar políticas «talibanes» sobre el consumo de bebidas alcohólicas
Las DO avisa de los ▶ riesgos que supondría para la producción y las exportaciones
El secretario general de la Federación Española de Vinos y Licores, José Luis Beneyto, consideró que la Comisión Europea no debería aplicar políticas «talibanes» en sus estrategias alimentarias ni seguir las recomendaciones de la Comisión Especial sobre Lucha contra el Cáncer (`Informe BECA'), que propone incorporar una advertencia sanitaria en bebidas alcohólicas, incluido el vino y el cava, para avisar sobre los riesgos asociados al cáncer.
Aunque el debate no está terminado, en 2023 la Comisión Europea sí podría cambiar el reglamento sobre etiquetados de los alimentos y bebidas, en los que algunos representantes de la Dirección General de Salud y Seguridad
Alimentaria proponen advertir a los consumidores de que las botellas de vino incluyan mensajes como los que figuran en las cajetillas de tabaco, con `Fumar mata'.
Beneyto, quien avisa de que el vino es uno de los principales sectores exportadores agroalimentarios
fuera de la Unión Europea, junto con representantes de las Denominaciones de Origen de Rioja, Ribera del Duero, Jerez, Somontano, Madrid, Valencia, Rías Baixas, La Mancha y del Cava, mantuvo una reunión de trabajo con los eurodiputados del PP en el
Parlamento Europeo Dolors Monserrat y Juan Ignacio Zoido. España se juega mucho, ya que es el tercer productor mundial de vino del mundo, con casi 950.000 hectáreas de viñedo, 42 millones de hectolitros de producción y cuyas 4.300 bodegas generan un negocio de 5.300 millones de euros y exportan a 189 países.
«Es el cuento de nunca acabar. El sector del vino tiene claro que el consumo moderado, en el marco de la cultura mediterránea, no produce ningún perjuicio para la salud. No hay evidencias científicas», recordó Beneyto. «Hay demasiados lobbies que luchan contra el consumo de alcohol y algo hay que hacer», añadió.
/El DECLARACIÓN DE OSLO presidente de la DO Jerez, César Saldaña, consideró que la coordinación resulta «clave» en España para frenar iniciativas como la reciente `Declaración de Oslo', firmada el 16 de junio por asociaciones europeas , en la que se equipara las drogas y el alcohol como causantes de «devastadores problemas» para la salud y se criminaliza el consumo de bebidas como el vino. «Tanto el sector del vino como la industria agroalimentaria deberían poner en marcha una declaración que hable en defensa del consumo moderado del vino». El presidente de la DO Ribera del Duero, Enrique Pascual, resaltó, por su parte, que la percepción de lo que puede aprobarse en Europa es «muy preocupante» para los agricultores porque se teme por el futuro de la producción de viñedos ante las amenazas que acechan de grupos de presión del viejo continente.
Salvador Manjón, presidente de la DO Valencia, comentó que el sector «solo reacciona cuando tiene una amenaza. Debemos recuperar la fortaleza y es muy importante poner el foco del debate del vino como producto agrícola y como alimento». En su opinión, «no se trata de una cuestión política, sino religiosa y fruto de una cultura de países anglosajones que rechazan el vino».
La portavoz del PP en el Parlamento, a la sazón exministra de Sanidad, recordó los beneficios de la dieta mediterránea.