«El público quiere vivir experiencias exclusivas y Mérida se las da»
A pocos días de que comience el festival, su director, Jesús Cimarro, señala que el hecho de que esta edición tenga un carácter eminentemente femenino no es casualidad, es una «apuesta firme» por contar historias de grandes mujeres.
Cimarro advierte de que, en los últimos años, debido a la pandemia, la vida se ha contemplado a través de una pantalla y ahora «el público quiere tener experiencias exclusivas» como las que da el teatro, «como las que da Mérida», destacó en una entrevista con Efe en la azotea de su buque insignia, el Teatro de La Latina, uno de los que gestiona en Madrid.
El teatro es una «realidad de verdad, que se puede apreciar con la vista, con los ojos, que te emociona, que te hace sonreír, pensar y sobre todo que te hace sentir con el corazón y cabeza».
Cimarro (Ermua-Vizcaya, 1965) lleva 11 años al frente de festival siempre atento a ofrecer una programación que atraiga a espectadores diversos, para ello ha entrelazado un equilibrio enpretado tre comedia, tragedia y danza en espacios diversos, en los que hay cabida también para espectáculos de pequeño y mediano formato.
/Sin mascarillas 120 REPRESENTACIONES y con el cien por cien del aforo, tras dos años de restricciones, el teatro y distintos enclaves en su en torno acogerán 120 representaciones teatrales y tres espectáculos de danza, además de un amplio programa de actividades paralelas. Historias de mujeres, escritas por mujeres, dirigidas por mujeres y protagonizadas por mujeres valientes, decididas, poderosas.
Teniendo en cuenta que el teatro grecolatino no tiene tantos textos con protagonistas femeninas, «ellos son los héroes», Cimarro ha intentado sacar a las «heroínas de todas sus historias», el resultado son espectáculos como Minerva, Safo
o Ariadna.
En danza se siente especialmente orgulloso de que María Pagés, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022, junto a Carmen Linares, lleve a Mérida su espectáculo De Sheherazade, «otro gran título, interbre por una mujer», un personaje mitológico que nunca representado en Mérida.
Como Minerva, que protagoniza Assumpta Serna, que hasta ahora no había pisado la arena del teatro romano, y que culmina con otro de los objetivos de Cimarro, «que al festival vengan actores que nunca habían estado antes», como es el caso de Carlos Sobera que forma parte del elenco de Miles Gloriosus.
Reseñó también el cierre del festival de manos de La tumba de Antígona, de María Zambrano, que la autora no pudo ver representado en vida, con la dirección de Cristina D. Silveira.
«Intento cubrir un abanico muy amplio de gustos», señala, aunque prefiere no hablar de público en general sino de personas. «Cada persona es un mundo y los gustos son muy variados», asegura, por eso les escucha al final de cada representación, para ofrecer propuestas con las que puedan identificarse. También retieró su compromiso para que sea declarado Bien de Interés Cultural.