Paralizada la ley de Trump que obliga a los migrantes a esperar en México
El Tribunal Supremo de EEUU dio ayer luz verde al presidente Biden para poner fin como quería a Quedarse en México, una polémica medida que el Gobierno de Donald Trump aprobó en 2018 y puso en vigor en 2019 y que ha obligado a muchos solicitantes de asilo en EEUU, sobre todo centroamericanos, a esperar la tramitación de sus casos en el país vecino. La sentencia ha sido redactada por el presidente del alto tribunal, John Roberts, y ha contado con el respaldo del juez conservador Brett Kavanaugh y de los tres magistrados progresistas. Otros cuatro jueces conservadores han disentido, aunque Amy Coney Barrett asegura estar de acuerdo con la mayor parte de la opinión de Roberts.
Biden prometió nada más llegar a la Casa Blanca acabar con esa política, oficialmente titulada Protocolos de Protección de Migrantes, que activistas han denunciado repetidamente como «insegura e inhumana» por exponer a los migrantes en México durante esa espera a pésimas condiciones de vida y peligros. Se han denunciado numerosos casos de secuestros, torturas, violaciones y agresiones. El demócrata, no obstante, enfrentó el reto legal de los gobiernos republicanos de Texas y Misuri, que lograron que tribunales inferiores le obligaran a mantenerla.
El Gobierno de EEUU argumenta que los costes del programa superan sus posibles beneficios. Citó las condiciones peligrosas en que vivían los migrantes y las dificultades para tratar con sus abogados al otro lado de la frontera. El Gobierno de Biden también defendió que el programa impulsado por su antecesor minaba sus objetivos de política exterior e iniciativas de política nacional.