El dolor de Carlos Ordóñez
Recuerda a la afición cacereña que el club está al corriente de pagos y que no hará proyectos que no pueda pagar Descarta el patrocinio de la mina de litio y asegura que «no seremos segundo plato de nadie»
Carlos Ordóñez está visiblemente afectado y `quemado' por los últimos dos meses convulsos en el Cacereño. Es evidente que la forma de caer en el playoff de ascenso y las filtraciones del malestar de algunos jugadores con los pagos en el tramo final de temporada han sido golpes duros al esternón de la paciencia del presidente. Ordóñez concedió en `La Tertulia de Radiogolex' una entrevista a corazón abierto y lengua caliente. Quedó claro su sentir sobre lo ocurrido y las dificultades de gestionar un club que no termina de ser respaldado por una amplia masa social.
«Nos falta esa masa social que todos sabemos. Creo que se están haciendo las cosas bien, pero no estamos siendo recompensados por la ciudad como deberíamos. Con cacereño y como aficionado a este club, me duele que una capital de provincia apenas tenga el 1% de su población como abonada al equipo de fútbol de su ciudad. Me llevo a mi casa el cariño de esos 800 aficionados que siempre están ahí», confesaba.
Carlos Ordóñez sigue. Al pie del cañón. Y fue el primero en levantarse después de que la batalla de Elda lo dejara casi todo por los suelos. Pero al presidente del Cacereño le faltan arrugas en el palco y, en ocasiones, tiende a distraerse con esas voces críticas desperdigadas por Twitter. «Me he comido muchísima mierda. Y algunas de siete cifras. Hoy día,
«Nos falta masa social. Me duele que solo tengamos de socios el 1% de la ciudad de Cáceres»
puedo decir que el Cacereño está saneado. Todo lo que hay en deuda está negociado y aplazado. Y de gestiones anteriores», aclara. Y lanzó un mensaje directo: «El que quiera comprobarlo, tiene las oficinas del club abiertas».
Valores
Sí está claro que a Ordóñez no le mueve el dinero. Sobre el rechazo al posible patrocinio ofrecido por Extremadura New Energies, la filial extremeña de la empresa de la mina de litio, el presidente es contundente: «No vamos a ser segundo plato de nadie. No queremos migajas. Tengo amigos que pon
drían ese dinero para la camiseta. Y si no, antes lo regalo. Y no me sobra el dinero», puntualiza. Desde luego, en este asunto, a Ordóñez le han molestado dos cosas. La primera, que sea el Cáceres Basket la niña bonita del patrocinio. Y la segunda, una cantidad que podría no llegar a los 60.000 euros, aunque Ordóñez no quiso dar cifras. En el tema económico, lo tiene claro: «Yo no soy un jeque. Haremos el equipo y el proyecto que podamos pagar. Si no podemos jugar el playoff, no se jugará. Pero lo vamos a pelear como el año pasado. No puedo traer a Messi porque no puedo pagarlo», comentó.
En este sentido, y aludiendo a los jugadores fichados para el nuevo año, Ordóñez pidió a sus aficionados que «le demos oportunidad a estos jugadores de que puedan ser mejores que los del año pasado».
También se le preguntó por el megaproyecto de conversión del Príncipe Felipe en un complejo deportivo de referencia, pero no quiso ahondar en detalles, aunque sabe que es la llave para poder entrar en otra dimensión. Lo que sí dejó claro es que quiere ver cumplir 104 años al Cacereño. «El Cacereño y su supervivencia es lo primero.