La `ola silenciosa' comienza a llenar los hospitales extremeños
Así la llaman los especialistas porque no se conocen los datos reales al no hacerse pruebas diagnósticas Los ingresos suben un 41,7% en dos semanas. Plasencia suspende las operaciones no urgentes
La séptima ola de covid está en marcha, con niveles de incidencia muy similares a los del pasado mes de enero, pero poco se escucha de ella. Los especialistas la han bautizado como la ola fantasma o silenciosa, precisamente porque es la menos mediática de todas las vividas hasta ahora y porque no se sabe a ciencia cierta su alcance porque no se realizan pruebas diagnósticas. La única señal que existe en estos momentos de que hay un repunte de casos es la ocupación hospitalaria y en la región ha crecido un 41,7% en dos semanas. Ayer había en los hospitales extremeños 115 pacientes, 34 más que hace siete días, según los datos facilitados por la Junta de Extremadura.
Este repunte está empezando ya a trastocar la actividad asistencial: el hospital de Plasencia ha suspendido hasta el lunes todas las intervenciones quirúrgicas de menor gravedad y solo mantendrá las cirugías urgentes de fracturas traumatológicas y las operaciones oncológicas. La decisión se toma «por seguridad, al haberse incrementado los ingresos en la planta covid», confirma Sanidad. Ayer en este hospital había 14 pacientes (un 43% más que hace siete días). Es en el único centro hospitalario donde se para parte de la actividad, pero la situación preocupa en todos los de la región porque este repunte llega en pleno verano y sin previsión de sustituciones. «Están los hospitales llenos y la gente empieza a irse de vacaciones», comparten los especialistas.
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SIN CIFRAS COMPLETAS «Hay muchísimos casos, probablemente si se recogieran todos los datos estaríamos en picos de incidencia que sobrepasarían los 1.500», reconoce el presidente del Consejo Autonómico de Colegios de Médicos de Extremadura, Carlos Arjona. De hecho, según las cifras del Ministerio de Sanidad, Extremadura es de las seis comunidades con mayor incidencia acumulada en la población mayor de 60 años (la única que se mide actualmente). La tasa está ahora en 1.394 casos por cada 100.000 habitantes a los 14 días (414 puntos por encima que hace una semana) y en 794 a los siete días (198 puntos más que el jueves pasado).
La razón son las nuevas subvariantes de la Ómicron (BA.4 y BA.5), que ya son mayoritarias en la región y que están detrás de casi el 90% de los contagios. Tal y como se ha demostrado, escapan a la inmunidad que proporciona tanto la vacuna como la infección previa, aunque «no a la gravedad», insiste uno de los especialistas extremeños consultados por este diario y encargado de una de las plantas de coronavirus. Sus síntomas son: fatiga, tos, posible fiebre y pérdida de olfato. Ante este nuevo repunte el consejero de Sanidad, José María Vergeles, puso ayer otra vez el foco en la importancia de utilizar las medidas de protección «con sentido común».
De nuevo los mayores y las personas vulnerables son los que más riesgo corren, aunque se hayan vacunado. De hecho en la región, según los datos del Ministerio de Sanidad, el 100% de los mayores de 80 años tiene la pauta completa (las tres dosis), en cambio la mayor parte de los hospitalizados pertenece a ese grupo. Esta es la razón, explican los médicos, de que la ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) sea baja. «La situación que vivimos ahora mismo no se refleja en las UCIs porque a una persona de 90 años no la vamos a meter en esta unidad; ahí hay que anestesiarla y permanecerá dormida probablemente meses, sabemos que si se hace esto no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir», reconoce este especialista. Aún así, ayer había en Extremadura cinco enfermos en estas unidades, un dato que se ha quintuplicado en una semana.
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ES UN 50% MENOS LETAL Este médico recuerda, no obstante, que en estos momentos la letalidad del covid-19 se ha reducido a la mitad desde que comenzó la pandemia. Según los datos que aporta, en la primera ola el 24% de las personas que ingresaba fallecía, mientras que ahora solo lo hace el 12%. O lo que es lo mismo, el 88% de las personas a quienes el Sars-Cov2 les afecta de gravedad consigue salvarse. Hay, eso sí, un cambio importante. Y es que mientras que en esa primera ola morían jóvenes y personas sin patologías, en esta solo afecta a ancianos y vulnerables. «Lo que nos preocupa es que, como consecuencia de esta ola, la gente joven está contagiando a las personas mayores», insiste Carlos Arjona. Lo comparte el otro especialista: «Los que están ingresados ahora no son los que se han ido a la feria de Badajoz, sino sus abuelos», asegura. De ahí la importancia de protegerlos, inciden ambos. «Es difícil que un abuelo no abrace a sus nietos pero hay que volver a planteárselo», reconocen.
Por otro lado, este repunte de casos está empezando a colapsar también los servicios de Urgen
cias, que han aumentado su actividad más de un 30% en la última semana. Y esto ocurre, se quejan desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias , «en un escenario dinamitado por la escasez de médicos y el reajuste de recursos debido a las próximas vacaciones estivales».
La mayor parte de los ingresados tiene más de 80 años y las tres vacunas
«Hay que plantearse volver a dejar de abrazar a los abuelos», afirman los médicos
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7ª OLA Y LOS CENTROS DE SALUD Esta séptima ola (o la octava para algunos especialistas; la última clara fue la sexta, en el mes de enero, y en abril hubo otro repunte que no se reconoció oficialmente como oleada) es la primera que no está teniendo tanta incidencia en los centros de salud. Y esto es así, tal y como expresa Arjona, porque ya no se realizan pruebas ni se tramitan bajas; y los positivos, si tienen síntomas leves, no piden cita al médico.
Eso no significa que no estén colapsados. «Ahora el agobio viene por los compañeros que están de baja por coronavirus (los sanitarios contagiados no pueden trabajar) y por los que se van de vacaciones, porque no hay sustitutos», reconoce Arjona.