Pujol: «Pondría la mano en el fuego por la mayoría de mi familia»
El líder catalán dice que, «en general», sus hijos no han cometido irregularidades
El expolítico retirado afirma que siempre ha sido nacionalista pero no independentista
«Yo vivo instalado en el dolor. Pero en cambio mantengo la esperanza», afirma
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El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, de 92 años, negó ayer que sea corrupto y añadió: «Por la gran mayoría de mi familia sí que pondría la mano en el fuego». «Ni yo ni en general mis hijos han prevaricado ni nada de esto», defenen una entrevista en la emisora de la Cadena Ser en Cataluña, algo que el expresidente definió como una excepción porque hace años que no concede ninguna.
Al ser preguntado por si le duele que le digan corrupto, contestó que sí porque cree que nadie puede demostrarlo: «A mí, que me venga una persona, o el Gobierno
del Estado o el fiscal general, que me diga que soy corrupto. Le diré: `Escuche, dime en qué caso yo he actuado de manera corrupta'. He tomado decisiones, claro que he tomado decisiones. A veces favorecen a unos o a otros», admitió.
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«TOMAR DECISIONES» «Tú tienes que tomar decisiones que no todo el mundo queda de acuerdo. Pero las tienes que tomar. Lo que sí que es importante es que tú no cobres ni una peseta», afirmó Jordi Pujol antes de garantizar que él no ha cobrado nunca. Sin embargo, preguntado por si su familia cobró algo, contestó que no lo sabe: «Alguna persona puede hacer algo. No todo ha ido suficientemente bien, ya se lo admito. Pero por la gran mayoría de mi familia sí que pondría la mano en el fuego».
Así, el expolítico convergente sostuvo que tanto periodistas como jueces o fiscales pueden ir hurgando pero que no encontrarán mucho: «No encontrarán demasiadas cosas, y de mí nada. Y de casi todos de mi familia también nada». Sobre si sufre más por él o por su familia, contestó que por su familia «y por Cataluña», y agregó que afronta la causa judicial con fortaleza y esperanza.
Preguntado por si se arrepiente de su confesión hace ocho años de que tenía dinero en Andorra sin declarar procedente presuntamente de una herencia de su padre, dijo que la situación es «penosa» para él y que desde entonces vive en el dolor. «Yo vivo instalado en el dolor. Pero en cambio, mantengo la esperanza. Si yo pierdo la esperanza, me moriré», dijo. Y mal ser preguntado por la conocida como operación Cataluña, considera que hace tiempo que se sabe que, según él, hubo un intento de perseguirlo políticamente y cree que trataron de perjudicarle tanto a él como a todo lo que representaba.
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«EL PAÍS ESTA TRISTE» El expresidente de la Generalitat aseguró que desde los 14 años ha sido nacionalista: «No he sido independentista». Y recordó que cuando dirigía Convergència (CDC) y había algún joven con la bandera estelada, el le decía que la bandera de Cataluña es la senyera. Según él, en CDC eran defensores de la identidió dad en Cataluña pero siempre pensaron «que esto se podría hacer dentro del Estado español». Destacó que él se aproximó a la política española y que nunca ha considerado que España sea un país poco importante, aunque cree que «es un país que trata de ahogar al que tiene al lado» y lo ve parecido a Rusia.
Sobre cómo ve Cataluña ahora, Pujol contestó que políticamente vive «un momento de crisis» pero que en otros aspectos, como la economía, la cultura y la investigación, va bien: «Que la política vaya mal y que España tenga realmente una actitud hostil, que frecuentemente la ha tenido pero últimamente la tiene de una manera especial, nos hace daño. Pero el país, pese a todo, está vivo».