¿Estamos ante una nueva enfermedad?
España afronta una nueva ola del coronavirus: la séptima. Las nuevas variantes han provocado que aumenten notablemente los contagios durante las últimas semanas. El último informe del Ministerio de Sanidad ha cifrado en más de 52.000 los nuevos casos notificados en nuestro país. Pero hay que tener en cuenta que no se trata de una cifra real. El nuevo modelo de vigilancia de la pandemia solo registra los contagios en personas mayores de 60 años, de donde se obtiene la incidencia acumulada, que se sitúa en 841 casos por 100.000 habitantes.
Pero, ¿a qué se debe la escalada de contagios? Los linajes de ómicron BA.4 y BA.5 son, en gran parte, los responsables de la curva ascendente. Según el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), BA.5 es ya el linaje predominante en la mayoría de las comunidades autónomas, a excepción de Castilla-La Mancha y Canarias.
Es tal, que ya hay expertos que hablan de una nueva enfermedad: COVID-22. Así lo ha asegurado, por ejemplo, el director general del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), Antonio Zapatero.
El coronavirus actual es muy diferente a la enfermedad que surgió el 31 de diciembre de 2019 en la capital de la provincia de Hubei, Wuhan, en China central (a 1177,2 kilómetros de Pekín).
El doctor Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología y jefe del servicio de inmunología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, explica a Guías de
Salud que «a día de hoy el SARSCoV-2 produce una infección viral, como si se tratara de un catarro, y menos agresivo».
Entre las razones, el alto porcentaje de vacunación de la población, que en España supera el 93% (en mayores de 12 años con pauta completa). Sin embargo, «está mutando a formas más infectivas». «El virus no se está convirtiendo en más agresivo y las vacunas nos están protegiendo de la enfermedad. Sin embargo, está provocando un mayor número de contagios», señala.