Obrigado O Comendador Nabeiro
Corrían los primeros años 90 (del pasado) cuando fuimos un septiembre a Campomaior a las Festas do Povo. Ya saben, ese sorprendente decorado callejero con flores de papel, adornos de cartón, poesías, melodías que llaman «faldas» y yo qué sé de objetos curiosos, todos de buen gusto, realizados por los vecinos que engalanan cada uno su calle. Es difícil (para mí) describir aquel espectáculo admirable, jardín de flores portugués, que requiere mucho trabajo de un admirable pueblo que se queja poco.
En una sabia decisión, esas Festas do Povo se hacen cuando a los vecinos les da la gana, memorable acierto del que tendríamos mucho que aprender. A lo lejos, en una plaza, vimos a don Manuel Rui Nabeiro en una esquinita sobre un escenario (muy propio en él) mientras hablaba otra persona (ni idea de qué iba aquello); le saludamos levantando la mano (insisto, a lo lejos) y seguimos caminando. Al rato, apareció corriendo Emilio, su conductor de toda la vida (aún le recuerdo sobre el Jaguar negro) que nos paró diciéndonos que don Manuel tenía mucho gusto en invitarnos a un convite (o algo así). Le expliqué a Emilio que íbamos tres matrimonios (o sea, seis) y que éramos de buen comer (en mi caso ya lo sabía), respondió que no importaba y reiteró el interés de O Comendador.
¿Cuándo?, le dije. «Ahora», contestó. Y detrás de Emilio fuimos a una calle en la que todas las casas estaban abiertas, en una a través de un arco entramos en el atrio y por toda explicación les dijo a los allí presentes que éramos invitados de don Manuel. Como si fuéramos de familia (bien avenida), nos empezaron a tratar; de entrada nos colocaron una flor en la solapa y el día transcurrió entre gestos de consideración y amistad.
O Comendador ni apareció, pero el lunes su secretaria, Teresa, llamó para interesarse por cómo habíamos estado. Le dije que iba a pedir la nacionalidad portuguesa y que me llamara Rui desde entonces. Así era ese hombre excepcional, emprendedor, inteligente y sencillo. Una de las personalidades más notables que he conocido en mi vida. Y el lunes que viene les cuento más.