Cuatro uniones de empresas ofertan para la obra del puente
El contrato salió a concurso el pasado mes de febrero por un importe de 9,9 millones El objetivo de los trabajos es reforzar la infraestructura de mediados del siglo XIX «Que la jubilación es un derecho, no una obligación. Trabajo más pero sin cobrar»
Ocho empresas se ha unido para hacerse con el contrato de ejecución de las obras para acometer el mantenimiento y refuerzo del puente metálico sobre el río Guadiana, conocido en Mérida como el puente de hierro, que Adif sacó a licitación pública el pasado mes de febrero por 9.985.936,97 euros, con los impuestos incluidos. En concreto, este proyecto ha despertado el interés de cuatro Uniones Temporales de Empresas (UTE): Contratas Vilor-Construcciones Rubau, Construcción Repai-DVS Empresa Constructora y Ferroviaria, Azvi-Audeca e Impresa Luigi Notari-Apimosa.
Según lo recogido en la plataforma de contratación estatal, una vez formalizada la adjudicación, el plazo de ejecución de los trabajos será de 34 meses. Entre las intervenciones que se van a llevar a cabo en el puente, destacar la sustitución del cordón inferior, así como de los doblones y tornillos flojos por otros de alta resis
El Ministerio de Cultura aún no se ha pronunciado sobre la petición para que se declare bien cultural
tencia. Por otra parte, se incluye el desmontaje de la malla de protección existente en las vigas y en el tablero para evitar la caída de objetos, así como la protección de las superficies metálicas de todos los elementos del puente mediante un sistema de durabilidad alta.
Cabe recordar que el Ayuntamiento de Mérida solicitó en abril del pasado año a la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes que declarase a esta infraestructura como Bien de Interés Cultural (BIC). No obstante, al considerar que la cuestión no era de su competencia, remitió el expediente al Ministerio de Cultura con fecha 29 de junio, si bien, de momento sigue sin pronunciarse al respecto. La petición se sustenta en un «amplio informe» elaborado por los cronistas de la ciudad José María Álvarez, Fernando Delgado y José Luis Mosquera, que destaca que de entre los puentes de tipo americano en la península, el de Mérida, que fue proyectado a mediados del siglo XIX, era uno de los más largos (605 metros) y el único que en la actualidad sigue prestando servicios ferroviarios.
Vaya con Joe Biden (80) que ha sido decir que se vuelve a presentar y, además de echarle en cara que es demasiado viejo para mandar, ahora le conocen por `Joer, Biden' pero a mí, qué quieren que les escriba, me parece muy bien que repita y muy mal por quienes tienen ese prejuicio (edadista) de criticar a las personas por la edad física, como si los años fueran el único factor a tener en cuenta y los tropiezos una exclusiva de quienes pasamos los 65 (yo, sin ir más lejos, un prodigio trastabillando). Si los traspiés y meteduras de pie fueran criterio para excluir veremos qué hacemos con el Papa Francisco (86) o, cambiando de tercio, con Bruce Springsteen (73) que se pegó tres horas largas de concierto como si nada.
Que la jubilación es un derecho pero no una obligación, si lo sabré yo que ahora trabajo más pero sin cobrar, todo porque me jubilaron del trabajo pero no de la vida. Y eso viene, digo yo, porque los hay que confunden la vida, eso tan hermoso, con la hoja de servicios laboral, como si uno dejara de
Bebe vino tinto
ser activo al cumplir una edad, cuando te retiras o te retiran. Ahora la vida es muy larga (a mi edad ya habían muerto mis padres) y hay, gracias a Dios, muchas vidas dentro de una vida y, en cada situación, toca adaptarse (de eso, los abuelos sabemos bastante).
En la Bimilenaria tengo un hermano mayor por los 90 y anda, es un decir, fresco como rosa en mayo gracias, según él, a sus dosis diarias de fruto de la vid, no en balde en su currículum impera como resumen `Bebe vino tinto' que es mucho decir. Más que la edad importa con quién estás, dado que solos no vamos a ninguna parte y, sin compañía, conozco a viejos de 25 años. Si quieres llegar pronto y rápido ve solo pero si quieres llegar lejos y viejo ve acompañado. Que no digo yo que un cerebro joven no sea más rápido pero creo que uno mayor se equivoca menos, o sea, que mete menos la pata.