El festival despide edición con su impronta intergeneracional
A falta de conocer los datos del sábado, apenas se han registrado incidentes El tradicional desfile clausura hoy el Womad, que partirá desde San Jorge a las 17.00 horas
Afalta de conocer los datos de una noche (y madrugada) que se prevé muy larga, el Womad despide su XXX edición como un festival en el que impera el buen rollo de sus asistentes, con un público intergeneracional que se despliega entre los escenarios de la Plaza Mayor, un cajón de sastre donde hay público de todas las edades; y el de San Jorge, un escenario más específico, con artistas más innovadores en el que destaca un perfil de gente más joven (también pesa el hecho de que es un escenario mucho más inaccesible y fácil de masificar; su aforo se fija en 1.376 personas.
MULTICOLOR/ DESFILE Con un multicolor pasacalles por el casco viejo (que partirá a las 17.00 horas) concluirá este domingo la XXX edición de Womad, a ritmos de la samba reggae y de las creaciones que han ideado los más pequeños durante los talleres que se han celebrado en estas jornadas. Desembocará en la Plaza Mayor y lo conducirá Bloco Afro, formación aglutinada a partir de los componentes de la escuela de batucada afrobrasileña Mudarte, de Cáceres. Con su espíritu solidario y comprometido, el grupo desplegará en su Extretucada una puesta en escena cuyos ejes vitales lo constituyen la lucha por la igualdad, la diversidad cultural y la libre expresión.
POLICIAL/ FUERTE PRESENCIA La fuerte presencia policial se ha hecho notar en este Womad pre electoral. Hubo quejas de jóvenes que fueron desalojados por la Policía Nacional durante la madrugada del viernes al sábado; primero de la Plaza de Santa María y después de la Plaza Mayor, alrededor de las tres de la mañana. Es habitual que en Santa María continúe la fiesta tras los conciertos con batucadas espontáneas y artistas callejeros. Según el parte de la cobertura sa
nitaria, la jornada del viernes se saldó tan solo con 6 asistencias sanitarias realizadas: 2 personas que presentaban heridas, otras 2 con traumatismos, 1 intoxicación y otra persona atendida por malestar general.
De esos, tan solo se procedió a un traslado en ambulancia a un centro sanitario. Son cifras sorprendentes para un festival que rebasó los 30.000 asistentes en la jornada del viernes. Estos datos anticipados
provocaron que el alcalde, Luis Salaya, señalara que el festival es «un ejemplo de civismo» y destacaba el gran dispositivo de seguridad, así como la reducción de bolsas de plástico, ya que este año se ha impuesto no acceder al recinto con ellas: «Hay que evitarlo a toda costa porque son un problema para la seguridad», en referencia a que pueden enredarse en los pies y provocar caídas y lesiones entre los asistentes.
La Policía Nacional desalojó a jóvenes en Santa María y la plaza la madrugada del viernes al sábado