Impresiones y reflexiones del Womad
En primer lugar decir que me gusta el Womad, siempre me ha gustado, disfrutar de las músicas del mundo, descubrir otras culturas, otras músicas y todo ello en nuestra parte antigua, a veces tan callada y solitaria y que el Womad llena de vida, colores, sabores y músicas.
Con Womad, Cáceres cambia de color, deja por unos días de ser tan provinciana y tranquila, donde todos nos conocemos y podemos ver a otras gentes venidas de otros lugares, a mí me encanta salir de esa cotidianidad y disfrutar de un Cáceres, alegre y vitalista por unos días.
Este año la organización ha estado bastante bien, más servicios, más contenedores de limpieza y más seguridad con policías, seguridad privada y servicios sanitarios. Sigue fallando lo del botellón donde muchos jóvenes beben y beben y lo que menos le importa es la música, sobre todo en la plaza. Si se pudiera reconducir el botellón de la plaza, sería mucho mejor para todos. A los que nos gusta la música solemos colocarnos por la parte cercana a los escenarios y disfrutamos de la música y de gentes que no conoces pero que te hablan, te preguntan cosas y hasta te pasan la bota de vino. Gente de todas las edades atraídas por el Womad y su filosofía de respeto, solidaridad y buena armonía.
Los mejores conciertos este año que he visto han sido en la bombonera de San Jorge, buen ambiente de melómanos. Me gustaron mucho Justin Adams y Mauro Durante, dúo de guitarra y violín, magníficos. También en la plaza, otros grandes grupos y cantantes, Susana Baca, aunque se hubiera disfrutado más en San Jorge, el grupo de Ghana, auténtico espíritu womero africano y algunos más. Aunque en estilos musicales hay de todo ya en el Womad y unos gustan más que otros.
Y no ha habido problemas de seguridad ni follones, excepto los botellones y ésos por desgracia ya están extendidos por todos los festivales y ferias, el espíritu Womero de música, amistad y solidaridad entre la gente, sigue existiendo.
He ido y visto muchos festivales de música, pero es verdad que el Womad, además de gratis tiene un sello y espíritu especial, distinto y por suerte lo celebramos en nuestra ciudad con un marco inmejorable y no lo podemos perder, ya es una marca cacereña para el mundo. Además el Womad es música y alegría callejera de día, son talleres de adultos y niños, es mercado y es gastronomía, acabando en un desfile lleno de valores y derechos humanos.
Yo por lo menos lo disfruto mucho, veo todos los conciertos que puedo y siempre te sorprenden. Mejorando lo mejorable, ¡Larga vida al Womad!