Baselga busca cobijo en Almaraz
Y el diputado nacional López-Bas mostraron ayer su apoyo al comité de la central que lucha por mantener viva la nuclear 20 años más Piden a Vara coherencia: «Hay que defender lo mismo aquí y en Madrid»
El reloj no marca todavía la una y media de la tarde cuando pasan de la terraza al comedor ocho hombres vestidos con uniforme azul marino que se afanan estos días en la recarga de uno de los dos reactores de la Central Nuclear de Almaraz. Son los primeros en sentarse en una de las múltiples mesas dispuestas con mantel blanco de papel y bollo de pan envasado para el almuerzo en el Nuevo Hogar, el bar y restaurante del hogar del jubilado que curiosamente se llena de trabajadores cada mediodía. «Damos entre 80 y 90 comidas a diario cuando hay recarga, duran un mes y hay años que tenemos hasta dos recargas. Y en días normales tenemos entre 30 y 40 comensales», cuenta Elsa tras la barra.
Ella dice que el 70% o el 80% de los vecinos de Almaraz (ronda los mil habitantes) está a favor de que la central nuclear siga con vida más allá de su edad de jubilación, anunciada por el ministerio para 2027 y 2028, por eso habla de que en el municipio hay preocupación por el futuro. «Nadie de mi familia trabaja ahí, pero yo tampoco quiero que se cierre porque mucha gente de la zona vive de esto». ¿Y la futura gigafactoría de Navalmoral puede ser el plan B de estos trabajadores? «Es que no lo vemos, ni para bien ni para mal».
Un par de horas antes de que los comensales se sentaran en su mesa, había estado otro grupo de empleados de la nuclear en el mismo bar, pero en la terraza. Los había citado allí el candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta, Fernando Baselga, para conocer de cerca su experiencia y su opinión y trasladársela en persona al diputado del partido naranja en el Congreso, Juan Ignacio López-Bas, que ayer hizo campaña en Extremadura. El lugar, como nada en esta previa electoral, es casual. El candidato regional buscó refugio donde sabe que lo iba a encontrar.
«Venimos aquí a ratificar el apoyo de Ciudadanos a la prolongación de la vida útil de la central porque sabemos que la ministra no es partidaria», dijo a la prensa tras el encuentro con varios de los miembros del comité de empresa de la nuclear que, lógicamente, aplauden su posición. Los argumentos son similares. Baselga habla de que en esta zona la central tiene mucha importancia económica, pero también al otro lado del túnel de Miravete. «Aporta casi cien millones al PIB de Extremadura y da casi 3.000 puestos de
trabajo (mil son directos), más todos los que se suman en la época de recargas» y abarrotan cada mediodía el bar donde trabaja Elsa a la que, por cierto, no le gusta mucho que los políticos se asomen por allí solo cuando están a punto de salir las urnas a la calle. «Ahora lo quieren arreglar todo», lamenta.
«Técnicamente preparada»
Los argumentos de la compañía del café a media mañana, del presidente del comité de empresa de la Central Nuclear del Almaraz y varios de sus miembros, apuntan en la misma dirección. «Nosotros nos reunimos con los políticos que quieran para contarles nuestro punto de vista, que es reafirmar que la central está técnicamente preparada
para seguir funcionando otros 20 años más», señala el presidente del comité, Juan Antonio Arjona. Él, ingeniero, trabaja en la nuclear desde el año 86 y lamenta que no se aproveche la industria que no ha dejado de renovarse en los últimos años: «en estos casi 40 años en marcha hemos pasado de una tecnología analógica a digital, es como una industria nueva y no tiene sentido dejarnos perder todo esto cuando en Estados Unidos, que es nuestra referencia, este tipo de centrales llevan funcionando más de 60 años. No lo desaprovechemos, ya habrá tiempo de ir cambiando», insiste Arjona.
Tras el café y la charla, Baselga y López-Bas se trasladaron al parque del Ancla, a apenas 5 minutos a pie aunque escogieron ir en coche.
Está a la entrada de la localidad y lo que está allí anclado es una maqueta grande de la central que tiene grabado el nombre del municipio y, además, vistas a los dos reactores. Allí hablaron para la prensa, que se ha convertido en el público principal y único de muchos actos de los partidos. Baselga dejó entrever que tiene asumido que no se sentará a los mandos de la Junta, aunque en campaña conviene creérselo: «Espero que el próximo gobierno regional recapacite y se plante en Madrid». Y lanzó la pulla del día a Unidas por Extremadura: «y que a ser posible no gobierne con Podemos, porque entonces sabemos que sí que va a desaparecer la central nuclear».
Los dardos del diputado nacional, convencido de que Ciudadanos sí estará presente en la próxima Asamblea regional, tuvieron otra dirección y fueron a parar al candidato socialista a la Junta.
«Hay que recordarle a otros partidos que tienen que apuntar en la misma línea lo que hacen en Extremadura y lo que hacen en Madrid: no puede ser que Fernández Vara defienda un modelo energético nuclear y que la ministra Rivera esté demoliendo este sistema, generando un perjuicio y volviendo a dejar a Extremadura en el vagón de cola». Bien traído por su parte, ya que el diputado nacional es además portavoz de Transportes en el Congreso de los Diputados y, por cierto, ayer llegó a Extremadura en tren. «He llegado en hora y sin ningún percance, hemos tenido suerte», dijo sonriente el valenciano. «Es un temerario», apostilló Baselga, antes de volver a centrar el mensaje del séptimo día de campaña en la central: «Esta industria tiene que mantenerse y
prolongarse por los extremeños y porque es útil en toda España». Con todo esto, el partido naranja asegura que no se opone al cambio de modelo energético. «Nosotros apostamos por la energía nuclear como una energía no solo de transición hacia un modelo de energía renovable al 100%, sino también como una energía de respaldo que tiene que estar siempre de manera permanente y estable para no depender de las condiciones climáticas», dijo López-Bas.
Y hablando de energía, entró también al trapo sobre la crisis de su propia formación a nivel nacional: «Llevan mucho tiempo matándonos, pero no acaban de enterrarnos. Fernando va a tener éxito y vamos a seguir trabajando en un momento en el que creo que este partido es de verdad el partido de los ciudadanos una vez que determinados lastres ya no están aquí». Sobre posibles apoyos tras el 28 de mayo fue menos claro: «Baselga tiende manos a derechas y a izquierdas, porque eso es Ciudadanos», zanjó.
Tras la mañana buscando cobijo electoral en Almaraz, la comitiva del partido naranja echó la tarde en Almendralejo. Visita a las Bodegas Viña Extremeña Viñexsa para apoyar al sector y mitin en el centro cívico, a escasos 10 minutos de un rival, el candidato regional de Vox. Al fin y al cabo, «sea cual sea, hay que ir siempre a votar. Porque si no votas luego no podrás exigir nada. Ahora es el momento de hablar», dice José Mari, un vecino de Trujillo que frecuenta Almaraz, mientras disfruta de un café junto a su suegra (que vive en la residencia de mayores local) en la terraza del Nuevo Hogar.
El líder regional agita el miedo: «Si entra en el gobierno Podemos sí que se va a cerrar la central nuclear»