El Periódico Extremadura

Montero pide el voto para que se respete a Extremadur­a

La ministra de Igualdad arropa a la candidata de Unidas, Irene de Miguel, y aboga por cuidar los gobiernos de coalición Acusa a la derecha de atacar la democracia y al PSOE de permitírse­lo, y a los poderosos de «esquilmar esta tierra»

- G. MORAL region@extremadur­a.elperiodic­o.com ILEGALIZAR PARTIDOS // `PRESIDENTA, PRESIDENTA' //

El lugar escogido para el acto ayer en Badajoz era muy simbólico, pero el aforo previsto resultó corto. Al menos una treintena de personas se quedaron sin poder ver y escuchar de cerca a la ministra de Igualdad, Irene Montero, en otro de los platos fuertes de la campaña de Unidas por Extremadur­a que está tocando a su fin. La sala azul del Palacio de Congresos de Badajoz fue el escenario elegido, aunque solo se utilizó la mitad del auditorio, por lo que apenas cabían unas 150 personas. «Es un sitio muy pequeño, parece que no confían en ellos mismos», lamentaba uno de los asistentes, que finalmente pudo entrar. Dentro había público de pie, alguna banderas comunistas y arcoíris y mucho músculo en el escenario.

Lo sacó primero el diputado y líder del Partido Comunista, Enrique Santiago, que apeló a los indecisos y pidió practicar el voto útil el próximo domingo. Y ese para él es el voto a la fuerza que garantiza derechos a los trabajador­es, como la subida de un 40% del salario mínimo en cuatro años, «a pesar de que Fernández Vara decía que no se podía subir y luego que tenía que ser más bajo en Extremadur­a. Es indecente», dijo. Citó la reforma laboral, el abaratamie­nto del transporte, la ley de vivienda que pone freno al incremento de los alquileres, la subida de las pensiones… Todo eso frente a una derecha que, denunció, «quiere acabar con la democracia e intenta ilegalizar­nos» o un PSOE «que es lo menos útil que se puede hacer». Porque dice que para el gobierno socialista nunca es buen momento para sacar adelante propuestas y políticas. «Ha sido nuestra entrada en el gobierno lo que les ha obligado a hacer políticas a favor de las mayorías». Aplausos.

LA MINISTRA FEMINISTA En ese gobierno está Montero que recogió el guante y enumeró otros logros del gobierno de coalición, «la mejor garantía de que la gente viva bien». Por eso apuesta por reforzarlo­s: «Hay que cuidar los gobiernos de coalición y nadie como Unidas Podemos los cuida, que no se pone de perfil y es capaz de hacer frente a los que intentan que besemos la bota que nos pisa», parafrasea­ndo a Julio Anguita.

Y en un gobierno de coalición, pero como presidenta, quiere ver a la candidata regional de Unidas por Extremadur­a, Irene de Miguel, «la única que puede hacer que a Extremadur­a la respeten los poderosos que esquilman esta tierra para tener ingentes beneficios».

Habló en todo momento de Unidas Podemos, su cuna política, lo hizo casi siempre en clave nacional y acusó a la derecha de antidemocr­ática, de declararse en «rebeldía» ante la ley del aborto que garantiza que «todas las extremeñas puedan interrumpi­r su embarazo en el hospital público más cercano» o de querer silenciar el feminismo: «hoy, señores Feijóo y Mañueco, ninguna mujer se calla en este país gracias al feminismo».

También repartió al PSOE cuando le acusó de llevar cinco años dejando al PP hacer lo que «le da la gana» con el Consejo General del Poder Judicial y sacó a relucir (sin cesar los aplausos) la polémica ley del `sí es sí': «O cuando la derecha política y el régimen judicial ataca un derecho de las mujeres como es que el consentimi­ento esté en el centro del Código Penal, el partido socialista pacta con el PP un retroceso en derechos de las mujeres». Por eso subraya, que estas elecciones no van solo de que no gobierne la derecha sino «de que no mande aún sin gobernar».

Dice además Montero que la política está pasando por un momento muy difícil por el ataque de la derecha, «que ya es toda extrema derecha», al corazón de la democracia porque hacen campaña hablando de ETA «con el objetivo de ilegalizar partidos democrátic­os que ya plantean abiertamen­te y romper el bloque de investidur­a feminista que está haciendo que este país avance en derechos y plante cara a los poderosos para proteger los derechos de la mayoría social».

Su discurso de 18 minutos pasó también por la Ley Trans y LGTBI, que ha salido adelante «gracias a un gobierno de coalición que estaba dando la cara ante el odio», por la importanci­a de hacer políticas prioritari­as progresist­as para las mujeres, para atender la conciliaci­ón o la dependenci­a, y por la memoria histórica, muy presente en el escenario del palacio de congresos, que en agosto de 1936 fue una plaza de toros y escenario de la matanza de Badajoz. Murieron 4.000 personas en la ciudad, recordaron. «Votad con memoria y traed votos».

Caluroso aplauso y gritos de «presidenta, presidenta» para Irene de Miguel que pidió «nada de tibieza» para leer esa página de la historia que aún le queda a Extremadur­a pendiente. Su tiempo estuvo dedicado a enumerar los valiosos recursos de la región (agua, suelo, sol) que ahora están en manos «de grandes empresas que nos consideran una colonia». Y por eso quiere que con sus políticas progresist­as ese convierta en una tierra soberana. «Extremadur­a se tiene que plantar».

Volvió a lanzar algunas de sus propuestas electorale­s: crear una empresa pública de energía que abarate la luz, una apuesta masiva por el autoconsum­o, luchar contra la precarizac­ión del sector de los cuidados, una ley de agricultur­a y ganadería familiar… «El próximo domingo hay dos opciones: retroceso de derechos y libertades que solo privilegia­n a los que más tienen o un gobierno de avance».

Cerró el acto con el que se ha convertido en uno de sus símbolos de esta campaña: el `no' al macroverte­dero en Salvatierr­a de los Barros. Si en la cita del domingo con Yolanda Díaz le regaló uno de los pajaritos de barro que han llenado las protestas de los vecinos contra este proyecto, ayer sacó una gran pancarta de la plataforma Salva Tu Tierra. Una bandera que, afeó, el miércoles se prohibió exhibir en el mitin de Vara y Pedro Sánchez en la Alcazaba pacense. «Esta pancarta es un símbolo de dignidad», dijo de Miguel.

No faltó el humor para recordar a la ministra de Igualdad, al «huracán» Montero como la llamó, que fue la primera política en venir en tren a Extremadur­a «cuando los enchufes no estaban abajo, sino al lado». Ironía directa a la candidata del PP María Guardiola.

Para cerrar el acto en el que también participar­on el candidato a la Asamblea Joaquín Macías y los candidatos locales Erika Cadenas y Javier Pache, sonó la jota `Jara y Retama' reconverti­da en himno del partido morado que hizo balancears­e al grupo sobre el escenario. Música a tope, aplausos, puños en alto y grito unísono de `sí se puede'. El domingo se verá si se pudo.

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SANTI GARCÍA Joaquín Macías, Enrique Santiago, Irene de Miguel, Irene Montero, Erika Cadenas y Javier A. Pache, ayer en la sala azul del Palacio de Congresos de Badajoz.
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