Gragera pretende soterrar 850 metros de autopista en Badajoz
La inversión sería de 15 millones, para la que espera contar con otras administraciones La idea es convertirla en un pulmón verde que atravesaría la ciudad
Es la propuesta estrella del PP en Badajoz, aunque no se mencionó cuando los populares presentaron el programa electoral en los Jardines de la Galera. Ayer comparecido el candidato popular a la alcaldía pacense, Ignacio Gragera, acompañado del todavía concejal de Urbanismo y Vías y Obras, Carlos Urueña (que también va en la candidatura) para anunciar que si el PP gobierna acometerá el soterramiento parcial de la BA-20, la conocida como autopista, una actuación que abarca 850 metros y cuya inversión está calculada en 15 millones de euros, para los que pedirían la implicación de otras administraciones. La autopista no es de titularidad municipal sino del Gobierno central.
Gragera describió esta iniciativa como «un proyecto transformador que llevamos madurando mucho tiempo, viendo cómo afrontarlo de manera técnica y presupuestaria». Ya han hecho todos los cálculos. Desde la rotonda del puente de la Universidad hasta prácticamente el cruce con las avenidas Miguel Celdrán y María Auxiliadora, la autopista se convertirá en un pulmón verde, una alameda con la que el PP pretende terminar con «esa cicatriz» que divide a la ciudad en torno a esta vía. Según el candidato, con este proyecto van a conseguir que «los vecinos tengan no una carretera que cruzar sino un parque que disfrutar». Otra de las ventajas añadidas es que permitirá reducir el ruido del tráfico.
Se soterrarán los cuatro carriles con una anchura de 15 metros con los que se ganarán en superficie más de 20 metros de zona verde y carril bici y se mantendrán los carriles auxiliares de subida y de bajada. Gragera señaló que es un proyecto «ambicioso y también realista», diferente a lo que planteó en su momento el exalcalde del PP Miguel Celdrán, que anunció túneles en los cruces de la autopista. En este caso el soterramiento será integral de una parte de la BA-20.
El candidato espera contar con la colaboración del ministerio a través de un convenio, como ya se hizo con el parque de la margen derecha del Guadiana, en el que también participó la Junta de Extremadura. En este sentido, apuntó que el ayuntamiento ha actuado con anterioridad en la autopista mediante autorizaciones del Gobierno central. La última obra que acometió fue adecentar las medianas e islas. La idea es que el ayuntamiento asuma la titularidad de la autopista una vez que termine esta actuación, que además supone la reordenación del tráfico. En el caso de no conseguir sacar adelante el convenio, el consistorio pediría al ministerio la titularidad y acometería la actuación con presupuesto propio.
El plazo de ejecución que han calculado es de 24 meses. Gragera aseguró que durante las obras no se va a cortar el tráfico porque existe la posibilidad de actuar en superficie ampliando temporalmente los carriles auxiliares para mantener la circulación diaria, de forma que los vehículos pesados que tengan más dificultades se desviarán por la Ronda Sur o la A-5. «Madrid sufrió una transformación brutal con ese Madrid Río y con el soterramiento de la M-30, que parecía imposible que se pudiera hacer y se hizo y nosotros con otra escala a otro nivel, creemos que podemos y debemos hacerlo», defendió el candidato popular a la alcaldía.