La huelga obliga a suspender la declaración del falso médico
Iba a hacerlo por videoconferencia desde León, donde reside ahora Pero el juzgado de allí no tenía ayer actividad por los paros en el sector
La huelga de los funcionarios de la Administración de justicia ha obligado a suspender la declaración del falso médico, que pretendía celebrarse ayer sobre las 12.30 horas. Tal y como publicó este diario, el acusado iba a contar su versión de los hechos ante el juez por videoconferencia, pues ya no reside en Extremadura, sino en un municipio de la provincia de León. El problema ha sido, según confirman fuentes judiciales, que precisamente el juzgado leonés desde el que iba a declarar no funcionaba ayer debido a los paros convocados por los empleados públicos.
No obstante ayer sí prestó declaración la gerente del área de salud de Plasencia, que fue la que denunció el caso ante la Guardia Civil. Pudo hacerlo porque casualmente el juzgado placentino que se encarga de la instrucción funciona con normalidad. La declaración del falso médico será pospuesta para mediados de junio, previsiblemente, según confirman las mismas fuentes.
Habría que recordar que este falso médico ejerció al menos en cuatro municipios de la región:
Navaconcejo, Jaraíz de la Vera, Valdefuentes y Alagón del Río. Fue precisamente en este último donde levantó las sospechas. Acudía a la consulta con su esposa, a la que preguntaba cómo actuar con los pacientes y qué recetarles, pero la mayoría de las veces lo que prescribía no concordaba con el diagnóstico. De hecho desde la farmacia del pueblo
Ejerció al menos en cuatro municipios: Navaconcejo, Jaraíz, Valdefuentes y Alagón del Río
recomendaban a los pacientes que no tomaran los medicamentos porque podían causarles efectos secundarios.
Tenía 68 años y para ser contratado presentó un título de médico y un certificado de colegiación falsos (si titulación real es de maestro). De hecho su modo de actuar era tan sospechoso que alguien anónimo llegó a llamar al colegio de médicos al que supuestamente pertenecía para informarse de si una persona con su nombre estaba entre sus colegiados (esta información es pública). Le dijeron que no. Así que esa organización llamó de inmediato al colegio de
Cáceres para alertar de un supuesto caso de intrusismo. Fue el mismo día en que la gerencia del área de salud de Plasencia interpuso la denuncia.
Fue detenido por la Guardia Civil y puesto en libertad con los cargos de falsificación documental e intrusismo laboral. Será el juez el que determine, cuando pueda prestar declaración, si interpone algún tipo de medida cautelar.
Es reincidente, pues ya estuvo condenado por los mismos hechos en Andalucía y anteriormente también había ejercido en Murcia, donde además compaginaba la labor de médico con la de docente.