Podemos recupera
Una idea de hace casi setenta años de un ministro de Franco
soviéticos de la Comisaría de Abastecimientos y Transportes. Los súper del Estado acabarían por venderse o echar el cierre y de ellos nunca más se supo hasta que ha venido la ministra Belarra a hablar del asunto.
No proporciona la ministra y secretaria general de Podemos particulares detalles de su proyecto de Supermercados del Estado, pero más o menos se intuye lo que quiere hacer. Si algo se parece a un sistema autárquico de patente fascista es, como se sabe, un sistema autárquico de patente comunista. Los dos coinciden en que el Estado administra mejor la economía que los particulares ávidos de ganar pasta, dónde va a parar.
Lo incómodo de esas coincidencias es que, sin advertirlo, los revolucionarios de la hipoteca ahora convertidos en ministros sigan ejerciendo la nostalgia del régimen del Innombrable. Se empieza pidiendo una cadena de súper gerenciada por el Estado y, degenerando, degenerando, acaba uno en la reclamación de un Instituto Nacional de Industria, unos buenos monopolios y unos Planes de Desarrollo como aquellos con los que Franco imitaba a los quinquenales de la URSS.
Si a eso se añade el fuerte carácter moralista de Podemos en materia de costumbres, esta de los supermercados del Estado podría no ser la única medida que encontrasen de utilidad en los armarios del fenecido régimen franquista. Además de los súper, aún quedan por recuperar los economatos de empresa, la costumbre del aguinaldo, las juntas contra la pornografía y los monopolios de la gasolina y del tabaco.
Mejor será que los asesores de Podemos vigilen en lo sucesivo si las medidas a proponer por las ministras -como los Supermercados del Estado- han sido o no ejecutadas anteriormente por el Franquismo. No vaya a ser que algún partido franquista de los que aún quedan les ponga una demanda por plagio.