El activismo climático divide a los alemanes
Baviera criminaliza a una de las organizaciones más activas del país
Baviera, el más próspero y conservador land alemán, ha colocado al activismo climático de Última Generación bajo sospecha de constituir una «organización criminal». Tras meses ordenando el ingreso en prisión preventiva de varios participantes en acciones de bloqueo o pegado en el asfalto convocadas por este movimiento ecologista, la fiscalía de Múnich orquestó la semana pasada los registros coordinados de 15 viviendas repartidas por distintos puntos de Alemania en busca de pruebas en qué sustentar la sospecha de sus presuntas «actividades criminales». El operativo se dirigía contra siete activistas, entre 22 y 38 años, a los que se acusa de recaudar fondos para su campaña. Concretamente, haber recaudado hasta 1,4 millones de euros en donativos con los que llevar a cabo sus acciones. A dos de ellos se les imputa además una acción de sabotaje contra un oleoducto bávaro.
El operativo ordenado por Baviera supone un giro cualitativo en las medidas adoptadas contra estos grupos. El colectivo Letze Generation (Última Generación) es la rama alemana de esta forma de activismo climático global especialmente presente en Europa occidental. En el caso de Alemania, a algunas provocativas acciones en museos como el Barberini de Potsdam o simulacros de atentados contra obras de arte ha seguido el goteo de cortes de tráfico en puntos neurálgicos de la red viaria.
Son acciones puntuales, pero con un alto grado de reincidencia que han minado las simpatías iniciales de muchos ciudadanos. Primero se reaccionó con comprensión hacia los representantes de una generación que clama contra la falta de ambición de gobiernos y organismos internacionales frente al cambio climático y que recuerda que no hay un «planeta B». Pero de ahí se pasó a contemplarlos como una «molestia» diaria que afecta al transportista o al ciudadano común camino al trabajo, a la escuela de sus hijos o al aeropuerto.
Se les ha acusado de obstaculizar el paso de ambulancias o impedir el acceso de los primeros auxilios a una ciclista agonizante. Algún que otro conductor ha respondido con la agresión física a las acciones de pegado sobre el asfalto y hay abierto un procedimiento disciplinario por un operativo policial de violencia desproporcionada contra un activista.