Cáceres, otro día más en el desastre
Los triples del Melilla dejan sin opciones a un equipo extremeño que se hunde sin remedio hacia la LEB Plata
Catorce triples en contra y dos pésimos minutos en el tercer cuarto condenaron a Cáceres Patrimonio de la Humanidad en el Javier Imbroda ante el Melilla (9579). Los de Arturo Álvarez, que empezaron mejor, no supieron nunca frenar el juego exterior de los melillenses, aunque consiguieron mantener se vivos hasta el minuto 26. Sin embargo, un parcial de 110 abría la brecha hasta los 18 puntos a falta de 11 minutos para el final y, aunque lo intentaron con todo, los extremeños no pusieron ya nunca en peligro el triunfo del equipo de la ciudad autónoma.
El Cáceres camina con pulso firme hacia la LEB Plata, manteniéndose como penúltimo en solitario después de su sexta derrota consecutiva. El único brote de esperanza fue el buen arranque, el hecho de que prácticamente todos los equipos de abajo también perdiesen y sobre todo el debut de Mike Nuga, el último fichaje llegado esta semana, aunque claramente fue de más a menos.
Sabían los extremeños que no iba a ser fácil derrotar al Melilla en su feudo y desde el salto inicial trataron de hacerse fuertes en defensa para intentar así tener opciones. Ahogaban los extremeños el juego interior de un Melilla que apenas conseguía mantener el balón en su poder durante los primeros dos minutos de partido.
Y mientras, los cacereños abrían una pequeña renta que les daba alas (0-7). Pero los locales supieron corregir su plan de partido, movieron fichas y buscaron alternativas desde el exterior, toda vez que apretaban en defensa para cortar las internadas de los visitantes. Aún así, aguantaban los de Álvarez por delante, aunque cada vez tenían más problemas (5-11, minuto 4).
Las ayudas no llegaban bien y Cáceres Patrimonio de la Humanidad veía como, con dos triples casi consecutivos, los locales igualaban el luminoso a falta de poco más de cuatro minutos para el final del primer cuarto (13-13). Un nuevo triple de Briki culminaba la remontada de los melillenses, que se ponían por delante por primera vez en el partido (16-13).
Cáceres no se dejaba llevar, mantenía la calma y trataba de encontrar espacios, aguantando en el partido, aunque al minuto 10 llegaba ya con 4 puntos de desventaja (24-20).
Los extremeños debían corregir errores para frenar el tiro exterior de su rival, y lo consiguieron en el inicio del segundo cuarto para volver a colocarse por delante en el marcador (28-29, minuto 13). La igualdad era máxima, pero de nuevo Melilla rompía la defensa visitante a base de lanzamientos triples (36-33, a 4 minutos para el descanso). Arturo Álvarez cambiaba casi a todo el equipo en pista.
PRIMER DESPEGUE La defensa recuperaba el control y cortaba de raíz el juego de ataque de los norte africanos. Tampoco Melilla daba facilidades, pero supo leer mejor el partido y tirar de oficio para
desatascarlo forzando las personales extremeñas y anotando desde el tiro libre para elevar su ventaja hasta los 7 puntos mediado el cuarto (40-33).
Había que asumir riesgos y Cáceres abría el partido, dejando de nuevo espacios para que los melillenses volviesen a castigar cada error visitante desde más allá de la línea de 6,75, elevando su renta hasta los 10 puntos (45-35). Enmendaban sus errores los visitantes, que de ahí al final del cuarto secaban casi por completo el ataque local, mientras Hamilton se echaba el equipo a las espaldas en ataque y, con seis puntos consecutivos, mantenía las esperanzas de los suyos intactas de cara a la segunda mitad (47-41).
Salió mejor Melilla tras el descanso y en apenas dos minutos los locales conseguían escaparse de nuevo para colocarse con +12 en el marcador y forzar al técnico visitante a parar el partido (57-45). Atencia y Raitanen, desde el exterior, mantenían con vida a los cacereños (59-51), pero lo cierto era que las sensaciones no eran buenas. A Cáceres Patrimonio de la Humanidad le costaba horrores mantener a raya a un Melilla que parecía mas cómodo en la cancha y que finalmente, en los últimos
tres minutos del cuarto, conseguía imponer su voluntad.
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HUNDIMIENTO Los locales metían una marcha más, ajustaban su defensa y sacaban de la pista a un rival que estuvo casi dos minutos sin anotar. Tiempo suficiente para que un Melilla lanzado firmase un parcial de 11-0 que les colocaba con 18 puntos de renta a falta de 1:18 para el final del tercer cuarto (72-54). Dikembe André encontraba el aro contrario en la recta final, pero los suyos apenas conseguían recortar diferencias y al cuarto decisivo se llegaba con 16 puntos de ventaja para los locales (75-59). Una diferencia que iba a resultar insuperable.
Y es que, pese a que en los últimos diez minutos de partido Cáceres peleó con uñas y dientes y el encuentro estuvo absolutamente igualado, lo cierto era que esa diferencia pesó demasiado y los extremeños no tuvieron nunca opciones de arrebatarle la victoria al cuadro melillense.
Ahora espera una dura semana antes de recibir el próximo viernes al Grupo Alega Cantabria (20.45 horas). Ganar después de no hacerlo desde hace tanto tiempo sí podría revitalizar las opciones de salvación.