¿Cuál es la función de un alguacil?
El de alguacil es uno de esos oficios tradicionales que, en muchos casos, solo los más mayores recuerdan. Sin embargo, son muchos los municipios que aún cuentan con esta figura en sus consistorios. Según el diccionario panhispánico del español jurídico, es un oficial inferior ejecutor de los mandatos de los alcaldes y tenientes de alcalde.
Hay reglamentos, que tienen más de un siglo de antigüedad, que detallan con precisión sus obligaciones. Por ejemplo, el de Tolosa de 1859. Entre sus quehaceres estaba el de permanecer en la casa del regidor mientras este se encontraba en el interior y estar a sus órdenes todas las horas del día. Además, debía situarse en la antesala de la alcaldía durante las horas de oficina.
Con respecto a sus labores con las personas del pueblo, debían proteger a la población y propiedades en todos los acontecimientos. También, evitar los desórdenes, riñas y alborotos de todo tipo que ocurriesen en las calles, plazas o tabernas. Estaban obligados a vigilar que todos se comporten con la moderación propia de un pueblo culto, sin causar con las maneras y voces, molestias e incomodidades a los habitantes.
Sus obligaciones también incluían realizar los avisos y comunicar citaciones a juicios, no podían ausentarse sin permiso y su retribución era menor que la de otros profesionales de cualificación parecida. Su declive comenzó a principios del siglo XX.
Aún en los últimos años sigue existiendo esta figura de funcionario público, sobre todo en el norte del país. En Cáceres, también hay ofertas de empleo convocadas. Las funciones a desempeñar son la carga y descarga de materiales, supervisión de licencia de obras, apertura y cierre de las oficinas municipales, averiguar la residencia real de los empadronados en el pueblo, colaborar en actos festivos y hacer cumplir las ordenanzas municipales.