Si era un test para los `playoffs', mal
El Al-Qázeres, con muy poco que salvar, es derrotado con rotundidad por el Joventut
Firmó el Alter Enersun AlQázeres Extremadura uno de sus peores partidos de la temporada y, sin duda, el más deficiente en casa. 51-71 ante el Joventut. Si era un ensayo exigente para los `playoffs' nadie puede estar contento en el conjunto de Jesús Sánchez, vapuleado en todos los aspectos del juego por un rival que de acuerdo que tiene mejor plantilla de lo que indica la clasificación, pero al que se consiguió ganar en la primera vuelta a domicilio.
Y eso que el conjunto local empezó bien, con un 9-2 (min. 4) encabezado por tres canastas consecutivas de Gedna Capel. En el otro polo estaba el hecho de que a los referentes anotadores del juego exteriores, Bre Scott y Celia García, les costaba encontrar buenas posiciones. La vallisoletana, que además es el faro anímico del equipo, no anotó sus primeros puntos hasta avanzado el segundo cuarto y el resto del choque solo sumaría una canasta más. Demasiada carga que soportar.
El Joventut se dio cuenta rápido de que la debilidad cacereña estaba bajo los tableros. Su superioridad en el rebote, esa mezcla de deseo y colocación, resultó irritante y eso le sirvió para darle la vuelta a la situación poco a poco. Las segundas y terceras opciones hicieron mucho daño para el 0-7 de parcial con el que arrancó el segundo cuarto (20-26). A esas alturas había regresado tras seis meses de baja Laura Chahrour, todavía muy lejos de su mejor nivel.
/ ESPERANZA SIN FUNDAMENTO Aguantó como pudo el Al-Qázeres el empuje badalonés, pero no le llegó para irse al descanso por delante (27-30). El ritmo, la calidad del pase, la puntería y la lucha cuando el balón daba en cualquiera de los dos aros. Demasiados aspectos para mejorar tras la visita a los vestuarios. El 27-30 era mucho
menos preocupante que el 9-23 en los rebotes.
La cruda verdad es que el tercer cuarto fue deplorable por parte de ambos equipos, pero más todavía en lo que se refiere al Al-Qázeres, absolutamente nulo en ataque y perdiendo concentración a pasos agigantados. Sin hacer demasiado, el Joventut, mucho más agresivo y aprovechando algunos tiros
cómodos que le permitió su oponente, cogió una buena ventaja para encarar los últimos diez minutos (34-43).
Quedaba esa rendija de esperanza que siempre da el baloncesto cuando se está por debajo de la decena de puntos, pero sucedió justamente lo contrario. En cuanto el Al-Qázeres terminó de ver clara su inferioridad hasta se bajó del partido, permitiendo un marcador feo y desmesurado. De la potencia del Joventut da cuenta que sus dos máximas anotadoras, Nuyika Mayo (27) y Fatou Poye (16), empezaron el choque como reservas.
Quizás solo sea un borrón en una temporada de notable alto, pero urge mejorar. Una eliminatoria a ida y vuelta no tolera noches tan aciagas.