El principal ingreso del ayuntamiento Impuesto de Bienes Inmuebles, el tributo ascensor en Cáceres
El tipo impositivo del IBI urbano, que con el valor catastral es el que determina lo que paga el contribuyente, ha sufrido numerosas modificaciones en los últimos años, se llegó a doblar entre 2000 y 2012, con subidas y bajadas. Tras el verano se aprobará
En las últimas tres décadas han sido numerosos los cambios que se han producido en el tipo impositivo del Impuesto de Bienes Inmuebles, un tributo ascensor que es el principal ingreso con el que cuenta el ayuntamiento. Este gravamen y lo que se recibe por la participación en los tributos del Estado suman las dos terceras partes de la recaudación que la entidad local presupuesta en cada anualidad.
Ahora se plantea por parte del gobierno local, del PP, una nueva modificación, en este caso una bajada. Con el PP en el gobierno ha subido en los últimos treinta años en tres ocasiones, una de ellas se prolongó durante cinco ejercicios, y ha bajado tres veces, la última se aprobará este año, entre los meses de septiembre y octubre, y entrará en vigor el 1 de enero de 2025, una rebaja que, como en la anterior en los años 2017 y 2018, se produce después de un acuerdo con otra fuerza política, antes fue con Ciudadanos y ahora es con Vox.
Los últimos seis alcaldes han tocado el IBI. La excepción fue la socialista Carmen Heras, que se encontró con un incremento del tipo impositivo del impuesto que se había aprobado en el último mandato del popular José María Saponi, subida que se estuvo aplicando durante la primera mitad de los cuatro años de Heras al frente del gobierno municipal.
El tipo impositivo es la clave del tributo. La otra es el valor catastral. El tipo es el porcentaje que se aplica sobre el valor y que determina la cantidad a pagar. La ponencia de valores catastrales que se aplica en Cáceres es de 1995, ha tenido actualizaciones con los porcentajes que se fijaban en los presupuestos del Estado, pero la mayor revisión se produjo en 2015, cuando se actualizó un 10%, medida que obligó al gobierno local de la popular Elena Nevado a rebajar el tipo impositivo, entonces pasó del 0,82%, que es el valor máximo que ha tenido en Cáceres, al 0,75%. Fue la propia Nevado la que lo subió en 2012 al 0,82% obligada por el Ministerio de Hacienda, que incrementó en un 10% el tipo en los ayuntamientos.
El otro cambio en el tipo motivado por una causa externa al consistorio se produjo en 1994, cuando el socialista Carlos Sánchez Polo recortó en casi 20 puntos el tipo impositivo por la revisión que se produjo en los valores catastrales, que prácticamente se doblaron.
En las últimas dos décadas ha habido tipos diferenciados. Con Nevado se aplicó un tipo más bajo para industria, comercio y restauración, fue cinco puntos más bajo, mientras que en la última subida, aprobada en 2021 por el gobierno del socialista Luis Salaya, se aplicó un tipo del 1% para los bienes no residenciales con un valor catastral
superior a los 350.000 euros. Esto provocó incrementos del 40% en el ejercicio de 2022. Este tipo del 1% se mantiene por ahora. Su recorte no estaba entre los cambios en el tributo anunciados el pasado viernes por el portavoz del gobierno municipal y concejal de Economía, Ángel Orgaz, que se centró en la reducción del tipo general, que pasará del 0,75% al 0,72%, recorte del 4%.
Otro de los cambios anunciados por Orgaz es el incremento de la bonificación lineal que se concede a las familias numerosas, la misma pasará de 130 a 150 euros para familias numerosas con tres hijos o menos, y de 220 a 250 para las que tienen más de tres hijos.
El cambio que entrará en vigor en 2025 no parece el último, el gobierno quiere que vuelva al 0,70%, porcentaje que se aplicaba antes de la subida aprobada en 2021.