La hipocresía y la tiranía de ‘Coriolano’ vuelven al Teatro Romano de Mérida
Roberto Enríquez, Carmen Conesa y Manuel Morón llevan a escena la tragedia de Shakespeare, que busca a un público activo para reflexionar sobre la ética
Llega el ecuador del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y con él una de las tragedias más políticas de Shakespeare. ‘Coriolano’, coproducida por el propio Festival y Vania Produccions, se estrena este miércoles y estará en cartel hasta el domingo 28 de julio. Una obra «radical en la objetividad» que el dramaturgo escribió ya «maduro» y que así presentó ayer su director, Antonio Simón, en rueda de prensa.
‘Coriolano’ mezcla la trama política con una gran intensidad emotiva: en los inicios de la República de Roma, la población se encuentra envuelta en un gran conflicto social, guerra, hambre y diversos factores que dejan salir los juegos políticos y de poder que hacen estallar un conflicto ético y de valores. En definitiva, la obra de la hipocresía y la tiranía.
El espectáculo dirigido por Simón busca la reflexión del público ante la intranquilidad política y social. Se presenta con un reparto de nueve actores, entre ellos Roberto Enríquez o Carmen Conesa. Shakespeare «explicaba los problemas de la época con metáforas» a través de unos textos donde los instintos eran clave para su desarrollo, por lo que ‘Coriolano’ no iba a ser menos.
La tiranía en Roma
Una tragedia que «plantea muchas preguntas donde no hay moralismo y al público le toca analizar». Así lo destacó su director, Antonio Simón, que es la tercera vez que asiste al Festival de Mérida. Se presentan varias paradojas en la obra, entre ellas el cómo los tribunos son quienes se enfrentan a la tiranía que sumerge Roma siendo ellos mismos los menos honestos. Por esta razón, la representación necesita un público con un «papel activo que esté presente en determinadas texturas de la obra». El director adelantó también una lucha de espadas romanas que espera genere «entusiasmo y angustia». Roberto Enríquez, Coriolano en la obra, expuso la hipocresía de su propio personaje. Un personaje «controvertido», clasista, que desprecia al pueblo, pero valiente en la batalla. Su otra parte, un ser honesto que es incapaz de traicionarse a sí mismo, por lo que «no puede jugar en la política». Enríquez enfocó de nuevo la perspectiva en un público «inteligente» y aseguró que la obra y el espacio donde se representa creará una «rima especial».
Carmen Conesa, en su papel de Volumnia, expresó lo «feliz que le hace estar en Roma, en Augusta Emérita». Hizo énfasis en que esta, «es una obra de hombres», donde los pocos personajes de mujeres son «vitales, importantes y guerreras». Resaltó el trabajo de sus compañeros de reparto: «los nueve, tenemos que llenar el espacio de 9.000 personas». Otro de esos personajes femeninos es Vigilia, interpretada por María Ordóñez, que representa «la juventud, la transición y la madurez» a ojos de la actriz. Ordóñez adelantaba en la presentación que su personaje contará con actuaciones musicales.
Alex Barahona personifica a Cominio. Un general perteneciente de los Patricios que sí que tiene «mano para formar parte de la política». Al igual que los «tribunos de la plebe» interpretados por Jose
El director adelantó una lucha de espadas romanas que espera genere «entusiasmo y angustia»
Javier Lara: «Es el momento perfecto para la representación de la obra»
Luis Torrijo y Juan Díaz. Torrijo recordó la importancia de sus personajes por ser la representación del pueblo. Díaz, en cambio, expresó con ironía: «nos van a querer desacreditar, pero la lucha por los derechos civiles no es sencilla».
Javier Lara contó la relación de amor-odio que tiene su personaje, Aufidio, con Coriolano. Un antagonista que confía en el pueblo que refleja esa transición en la relación de los dos personajes, en un principio de envidia , y posteriormente un enamoramiento y admiración, «como la vida, es sencillo, por eso Shakespeare a pesar de su complejidad es universal». La mano derecha de su personaje, Beatriz Melgares es combativa, fuerte y poderosa, «no es una simple lacaya». Es también además, el ciudadano que manipula al pueblo y que es manipulado. Ambos actores expresaron su pensamiento de que la representación de esta obra ahora «es en el mejor momento».
En la rueda de prensa de presentación también estaban presentes el director del Festival, Jesús Cimarro, la consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Victoria Bazaga y el delegado municipal Ángel Calle. Cimarro destacó las audiencias de las anteriores representaciones, con 13.722 espectadores que «han podido disfrutar y donde se han cerrado localidades al igual que en la extensión de Medellín». Por su parte, Bazaga reconoció que es «ilusionante» ver a los actores y directores que forman parte del Festival de Teatro hacer vida en la ciudad emeritense.
Del mismo modo lo expresó Calle, quien reconoció la cultura como el motor de desarrollo y, concretamente el Festival Internacional de Mérida como el motor de desarrollo económico de la ciudad, donde «Mérida es el epicentro de la cultura».