«En Badajoz el año pasado se detectó un cáncer cada 126 minutos»
Tras un año en el cargo, hace balance de cómo funciona esta entidad que tiene como objetivo mejorar la vida de los pacientes y sus familiares
— ¿Qué balance hace de su primer año en el cargo?
— Sin lugar a dudas es positivo. He podido conocer con detalle el magnífico equipo de profesionales con el que contamos y todo lo que hace la asociación, que es mucho, tanto en Badajoz como en la provincia. Estamos presentes en 38 localidades pacenses y ofrecemos gran variedad de servicios para los pacientes de cáncer y para sus familiares, servicios que muchas veces son desconocidos por los propios pacientes.
— ¿Por qué asumió esta responsabilidad?
— Cuando recibí la primera llamada tuve muchas dudas de si estaba o no capacitado para este cargo, ya que para mí es una gran responsabilidad. Pero siempre había tenido en mente hacer algo de este tipo, devolver a la sociedad parte de lo que me ha dado, y entendía que era una buena forma de aportar mi granito de arena.
— ¿Cuál era su experiencia con el cáncer?
— Pues tenía poca experiencia familiar, algún caso aislado, pero afortunadamente no fue muy grave. Del cáncer sabía lo que cualquiera sabe en la calle, que es relativamente poco cuando hablamos de una enfermedad que todavía hoy parece que da miedo nombrarla.
— Después de un año, ¿ha cambiado su concepción?
— Mucho y para bien. No tanto sobre el cáncer en sí, sino sobre todas esas personas que trabajan tanto para enfrentarse al cáncer, ya sea como voluntarios en todas sus facetas o impulsando la investigación. Sí me he dado cuenta de que hay casi tantos tipos de cáncer como casos, ya que cada cáncer es distinto, son distintos los tratamientos, son distintas las personas… El mayor cambio seguramente ha sido entender que aunque a veces no lo parezca se puede hacer mucho de manera individual, que si cada uno de nosotros pone su granito de arena desde su ámbito, el que sea, avanzaremos más rápido en la dirección correcta.
— ¿A qué se dedica la asociación española contra el cáncer?
— Tiene como misión principal aliviar el sufrimiento que produce el cáncer, sea cual sea el lugar de residencia y sean cuales sean las circunstancias personales del paciente. Por una parte, ofreciendo servicios gratuitos a enfermos y familias. Hablamos de ofrecer desde lo más simple, el acompañamiento a un enfermo que está solo, a dar apoyo psicológico, a facilitar alojamiento cuando se tienen que desplazar, pasando por la atención de trabajadores sociales, asesoramiento laboral, ayudas económicas cuando son necesarias, prótesis… casi cualquier cosa que necesite un enfermo de cáncer lo va a encontrar en la asociación. Y es importante que todos conozcan esos servicios y también que son gratis. Para ello ponemos a su disposición nuestro equipo de profesionales y también nuestra red de voluntarios, ya que solo en Badajoz tenemos más de 800 y estamos presentes en 38 localidades. También trabajamos en el ámbito de la prevención y de la concienciación. Y en tercer lugar impulsando la investigación. Solo el año pasado la asociación contribuyó con 196.953 euros a la financiación de unos proyectos con los que nos hemos marcado un objetivo ambicioso: lograr un 70% de supervivencia frente a la enfermedad en 2030.
— ¿Cómo se captan recursos?
— Principalmente de nuestros socios, que realizan su aportación económica en base a sus posibilidades, en nuestra provincia tenemos 8.625 personas asociadas, además de las distintas campañas, huchas y cuestaciones periódicas, que hacemos tanto en la calle, gracias al sacrificio y el esfuerzo de nuestros voluntarios, como digitalmente. También a través de la recaudación de distintos eventos solidarios, ya sean lúdicos, deportivos... como la ‘I Gala Solidaria’ que celebraremos en Badajoz el 19 de septiembre. Y, por último, con el apoyo que las administraciones realizan a asociaciones como la nuestra.
— ¿Cómo es la relación de la asociación con los enfermos?
— Es una de las bases. La asociación no se entiende sin los pacientes, son la razón de ser de nuestro trabajo. En 2023 nuestros profesionales atendieron a 1.446 personas, pacientes y familiares, a los que ofrecieron 4.903 sesiones. Pero no solo acompañamos a las personas con la enfermedad, sino que también acudieron a nosotros 43 personas para dejar de fumar o 337 para mejorar su nivel de actividad física. Eso en la parte profesional. Por otro lado está el trabajo de los voluntarios, muchos de los cuales se dedican a acompañar a los enfermos y a sus familias en momentos muy complicados. Sin los voluntarios, que regalan lo más preciado que existe, su tiempo, no podríamos llegar a tanta gente.
— ¿Es importante el acompañamiento?
— Muy importante, porque es una enfermedad que te aísla y que todavía hoy está rodeada de estigmas. Es importante el acompañamiento a los enfermos, pero también a sus familias. Por eso prestamos servicio de acompañamiento y talleres para esas familias y amigos, esas personas que acompañan, que también sufren la enfermedad indirectamente. Es importante saber pedir ayuda y entender que no es un síntoma de debilidad, que no es bueno afrontar solo el cáncer. Aquí estamos para escucharles, apoyarles y acompañarles en todo el camino.
—¿Existe concienciación social sobre esta enfermedad?
— Sí, pero queda mucho por hacer. 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres tendrá cáncer, y solo el año pasado se detectaron en Badajoz 4.226 nuevos casos, uno cada 126 minutos. Es también la enfermedad cuyos pacientes tienen más opciones de perder el empleo. Y sin embargo vemos que nos cuesta como sociedad asumir esos hábitos que pueden reducir mucho la posibilidad de padecer un cáncer grave. Es como el caso del cáncer de piel, que es el que más crece pero también el más prevenible. Y también nos preocupa el avance de los vapeadores, especialmente entre los más jóvenes, cuando son productos muy nocivos para la salud.
— ¿El cáncer sigue siendo hoy día un tema tabú?
— Hemos avanzado, pero también en este tema nos queda mucho camino por recorrer. Hemos visto las cifras de incidencia y aún así parece que nos sigue costando mucho hablar de cáncer, tanto en las familias como en muchas ocasiones en los medios de comunicación, sigue siendo una palabra difícil de pronunciar. Estamos trabajando mucho para se normalice la palabra y la gente sea consciente de que no es sinónimo de muerte. Es una enfermedad y como tal hay que afrontarla, y hay que nombrarla, que es el primer paso para asumirla y para que nuestro entorno entienda lo que está pasando. No hay nada peor que el miedo a lo desconocido y no podemos temer usar una palabra, no vamos a estar peor por decirla.
— ¿Qué retos plantea para la asociación? —
Muy concretos y ambiciosos, como puede ser alcanzar un 70% de supervivencia en cáncer, y para eso es esencial seguir impulsando la investigación y la prevención, tanto a nivel personal como a través de los cribados. Nuestro camino es seguir visibilizando y concienciando sobre la enfermedad a toda la población y, por supuesto, reclamar más fondos y apoyo para la investigación, que al final es la mejor arma contra el cáncer.
— ¿Qué huella desea que quede en la AECC tras su gestión?
— Que las cosas se hagan todavía mejor que cuando llegué, que se consigan más fondos, ampliando servicios y apoyando la investigación, que aumentemos los socios y los voluntarios… Y, sobre todo, que seamos capaces de conseguir que la gente conozca todo lo que ofrecemos, tanto los pacientes y sus familias como los profesionales del sistema sanitario. Tenemos una cartera de servicios gratuitos única y está ahí para todos, solo tienen que llamarnos. Tenemos un teléfono, el 900 100 036, que es el único de toda Europa que funciona las 24 horas del día los 7 días de la semana, donde les informan de todo, y en Badajoz estamos en la Plaza de Portugal. La Asociación Española contra el Cáncer está ahí para acompañarles, apoyarles, escucharles… Para lo que necesiten.