La procesionaria que ataca a pinos avanza sin control por la provincia
Los nidos y orugas se expanden por el Desert, Irta, Vistabella, Atzeneta y Alcossebre Medio Ambiente dice que la plaga afea, pero no mata y no hay actuaciones previstas
Los nidos de procesionaria se extienden sin control por la provincia de Castellón y las orugas campan ya a sus anchas por el Desert de les Palmes y la vía verde que une Benicàssim y Orpesa, entre otros lugares de la geografía castellonense. Si este rotativo informaba en enero sobre la presencia de las primeras bolsas en pinares privados del núcleo urbano de Alcossebre y en la Serra d’Irta, la plaga ya se encuentra extendida tanto en el interior como en la costa.
Así lo confirman los alcaldes, cazadores y senderistas, que han advertido de la presencia de nidos en la zona de la Nevera de Atzeneta y también en la carretera que sube a Vistabella. «Los cazadores nos han alertado sobre la presencia de nidos. La plaga ha empezado y eclosiona muy rápido. Cuanto antes se actúe al respecto, mejor», explica Santiago Agustina, alcalde de Atzeneta, en declaraciones a este periódico.
En la misma línea se expresa la alcaldesa de Vistabella, Belén Bachero, quien ha podido comprobar que la procesionaria prolifera también en la carre- tera de Atzeneta a Vistabella. «Ya tenemos bolsas, el proceso ha comenzado», apunta la munícipe, quien no tiene conocimiento de que la Generalitat valenciana vaya a tomar alguna medida próximamente para atajar la incipiente plaga. «A mí no me han notificado nada y creo que aún no hay nada previsto», comenta.
Por su parte, el director territo- rial de Medio Ambiente en Castellón, Toni García, incide en que «la procesionaria forma parte del ecosistema y es un fenómeno natural». Asimismo, resalta en declaraciones a Mediterráneo que «no hay que alarmar con este asunto» porque la plaga «afea, pero nunca mata» y es, según García, «un mal menor», concreta.
Por lo que respecta al peligro La plaga de la procesionaria ataca con fuerza el Desert de les Palmes, en donde las enormes bolsas cuelgan de los pinos y las orugas de gran tamaño circulan ya sin control. para la población, el director territorial asegura que se han enviado notificaciones de tratamiento a los municipios en los que las bolsas están próximas al núcleo urbano para evitar alergias. «En el caso de las parcelas privadas, los ayuntamientos deben comunicarse con los dueños y pedirles que actúen al respecto», aclara García.