Puigdemont ya no confía en poder reunirse con el presidente Rajoy
«No tienen ganas de recibirnos», afirman desde Cataluña
El Gobierno catalán de Carles Puigdemont ya no confía en que tenga lugar la anunciada entrevista con el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en la Moncloa. Un encuentro que debía haberse celebrado el pasado mes de enero, según avanzó el mismo presidente catalán, pero que ahora, según fuentes de la Generalitat, parece que se queda apar- cada definitivamente. En la Moncloa se afirmaba hace una semanas que, después del congreso del PP de este pasado fin de semana, se fijaría el encuentro. Pero consultadas al respecto ayer, fuentes oficiales de Presidencia del Gobierno sostienen que «no existe ninguna novedad» respecto al encuentro, informa Pilar Santos.
En la Generalitat interpretan que este silencio en realidad responde a una falta de voluntad por parte de Rajoy de recibir a Puigdemont: «No tiene ganas de recibirnos». La entrevista se comenzó a forjar al inicio de la llamada operacióndiálogo del Go- bierno del PP. Y pareció tomar cuerpo cuando previamente los respectivos vicepresidentes, Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras, mantenían un encuentro en Barcelona para preparar el terreno. Pero de ese encuentro el pasado mes de enero ya salió el conocido encontronazo de posiciones respecto al referéndum.
La agudización del conflicto soberanista, con el portazo de Puigdemont a la conferencia de presidentes autonómicos en el Senado y la tensión generada por el juicio a Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau por la or- ganización de la consulta ilegal del 9-N, han generado un clima de tensión evidente entre ambas instituciones. Ayer, la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, fue crítica con el Gobierno del PP, al que acusó de radicalizarse, de usar una doble vara de medir y de incumplir su obligación y su deber de mantener una relación directa con la Generalitat.
En el Gobierno catalán insisten en que su disposición a mantener la reunión con Rajoy sigue en pie y acusan a la Moncloa de haber tomado una «decisión unilateral incomprensible». La estrategia de la Generalitat sigue siendo la de la mano tendida a un referéndum pactado con el Estado y a estudiar las relaciones entre Cataluña y España, así como el documento de las reivindicaciones catalanas.