Asesinado el hermano díscolo del tirano norcoreano Kim Jong-un
Kim Jong-nam muere envenenado en un aeropuerto de Malasia
Mickey Mouse torció la vida de Kim Jong-nam. El destino le empujaba a honrar la tradición familiar, lanzar misiles, ordenar ensayos nucleares y martirizar a su pueblo desde la comodidad palaciega en Pyongyang. Pero Jongnam ha acabado en una morgue malasia y aquellas labores las desempeña hoy su hermanastro Kim Jong-un. Este se impuso en la ca- rrera sucesoria después de que el primero arruinara su ventaja con un viaje a Disneylandia que deshonró a su padre y al país. Y es más que probable que haya sido el promotor de su eliminación.
Kim Jong-nam fue asesinado este pasado lunes en una concurrida terminal del aeropuerto internacional de Kuala Lumpur. La policía malasia informó de la muerte de un coreano cuarentón apellidado Kim. La versión del asesinato no ha sido confirmada oficialmente, pero toda la prensa surcoreana la secunda. Dos agentes norcoreanas le pincharon con agujas envenenadas y se dieron a la fuga en taxi tras comprobar los primeros síntomas en su víctima. Jong-nam murió en la ambulancia que le trasladaba al hospital.
Malasia intenta ahora identificar y detener a las atacantes, pero las esperanzas son mínimas. Los agentes del último régimen estalinista del mundo saben cómo desvanecerse tras cometer audaces asesinatos en el extranjero, especialmente en Corea del Sur.
Este crimen finiquita una biografía apretada. Jong-nam era el hijo de Kim Jong-il, el antiguo líder, y Sung Hae-rim, una bailarina surcoreana. Como primogénito, Jong-nam estaba destinado a ocupar el tercer eslabón de la estirpe Kim. Estudió en Suiza y Rusia y ejerció un alto cargo en el Ministerio de Seguridad Pública.
Pero su vida descarriló en el 2001 en el aeropuerto de Tokio. Allí fue detenido cuando intentaba entrar en Japón con un pasaporte falso en el que figuraba en mandarín su alias de Ositogor
do. Quería visitar el parque local de Disneylandia. Fue deportado a Pekín. Aquello fue un bochorno diplomático para el inflamado ego norcoreano.
La paranoia del tirano de Corea del Norte explica la febril limpieza de altos cargos de los últimos años. La ejecución de Jongnam supone la de mayor calado desde que en el 2013 fuera fusilado Jang Song-thaek, tutor y tío de Kim Jong-un. No hay vínculo familiar lo bastante cercano ni país lo bastante lejano para impedir las purgas norcoreanas.