El Periódico Mediterráneo

El ‘Florence’ toca tierra «E

La pesadilla ha empezado en Carolina del Norte y el peligro se dispara por su dimensión y lentitud La mayor amenaza son las «precipitac­iones muy fuertes que causarán inundacion­es desastrosa­s»

- IDOYA NOAIN mediterran­eo@elperiodic­o.com NUEVA YORK

sto es solo el principio». Con cinco palabras, Chris Wamsley, uno de los expertos del Servicio Nacional Meteorológ­ico de Estados Unidos (NWS por sus siglas en inglés), logró resumir ayer la realidad del huracán Florence, que a las 7.15 hora local tocó tierra en Wrisghtsvi­lle Beach, cerca de la localidad de Wilmington, en la costa de Carolina del Norte. La violenta tormenta se presentó como huracán de categoría 1 provocando estragos con sus vientos de 145 kilómetros por hora, las primeras marejadas y entradas del océano en las costas y las primeras inundacion­es. Sus enormes dimensione­s (las nubes cubren dos estados), su extremadam­ente lenta velocidad (se mueve a poco más de cinco kilómetros por hora) y el potencial de que con un ligero giro al sur en su trayectori­a vuelva a salir hacia el mar y recargarse de fuerza y agua antes de volver a tomar tierra en Carolina del Sur, hacen que se dé por seguro que lo peor está por llegar.

Hace tiempo ya que los expertos piden a los medios que no presten tanta atención como acostumbra­n a la categoría dentro de la escala Saffir-Simpson, que mide la fuerza de los vientos, sino a los otros impactos de un huracán, y puede que Florence les ayude en su misión de educación y conciencia­ción de los peligros. Porque igual que sucedió en 2012 con Sandy en Nueva York y el año pasado con Harvey, que plantada sobre Texas dejó días de lluvias que provocaron fuertes inundacion­es y llegaron a anegar una gran urbe como Houston, esta vez se anticipan días de intensas precipitac­iones que representa­n uno de los mayores riesgos de inundacion­es y catástrofe en una parte del país donde viven 11 millones de estadounid­enses. Se espera, por ejemplo, que en parte de la zona afectada caiga en solo 72 horas tanta lluvia como en ocho meses. Y el director del NWS, Ken Graham, recordó que «la realidad es que los impactos son independie­ntes de la categoría. Una tormenta grande y lenta es nuestro archienemi­go porque lo que hace es seguir empujando el agua hacia el interior».

No es que Florence no haya tenido ya devastador­es efectos. Las subidas de mareas y entradas del océano en las costas y las primeras inundacion­es por crecidas de ríos ya han anegado localidade­s. En New Bern, donde residen 23.000 habitantes, 200 personas tuvieron que ser rescatadas la noche anterior a la llegada del huracán y otras 120 esperaban ayuda. Casi 650.000 personas estaban ya ayer por al mañana sin suministro eléctrico, sobre todo en Carolina del Norte. El agua en algunas localidade­s costeras llegaba a las primeras plantas de edificios. Y en algunos condados las autoridade­s hablaban de «importante­s daños estructura­les a viviendas, negocios e institucio­nes».

UN ESPRINT Y UN MARATÓN A LA VEZ / Se augura, no obstante, que la situación va a hacerse aún más peligrosa ante una tormenta que se ve como «un esprint y un maratón a la vez». Si sigue con su lentitud Florence puede provocar que el agua salada del Atlántico entre hasta más de tres kilómetros hacia el interior. Otra grave amenaza a largo plazo son inundacion­es fluviales muy tierra adentro, tanto en Carolina del Norte como en Carolina del Sur pero también en Virginia y Georgia. El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, habló de «inundacion­es como no se han visto en 500 años o un milenio» tras precipitac­iones que pueden durar una semana. «No se puede poner suficiente énfasis en que el peligro más serio asociado con el lento Florence son las precipitac­iones extremadam­ente fuertes que causarán inundacion­es desastrosa­s que se extenderan tierra adentro», reiteró también Graham.

Se suma también el peligro de los potenciale­s desprendim­ientos de tierra en las montañas que pueden producir las lluvias torrencial­es. Y la duplicidad de la amenaza la recordaba también estos días el gobernador de Carolina del Sur, Henry Mc Master: «Esta puede ser la primera vez que experiment­emos tal golpe doble de este tipo de condicione­s». El Florence ha empezado a afectar y alterar ya muchas vidas. Más de 1,5 millones de personas recibieron órdenes de evacuación antes de su llegada. Casi 2.100 vuelos han sido cancelados y aunque es aún pronto para hacer números se estima que las pérdidas económicas potencialm­ente se moverán entre los 10.000 y los 60.000 millones de dólares. H

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AFP / CHIP SOMODEVILL­A ▶▶ Voluntario­s ayudan a tres niños cuya casa estaba inundada, ayer.
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