El Periódico Mediterráneo

Un juicio obligado a la normalidad

-

El Supremo ha solicitado el traslado de E los principale­s acusados por los hechos de octubre del 2017 en Cataluña a Madrid. Se inician así los preparativ­os para el juicio oral contra Oriol Junqueras, el resto de miembros del gobierno de Carles Puigdemont que no han eludido la acción de la justicia y los presidente­s de la ANC y Òmnium, acusados de rebelión, sedición, desobedien­cia y malversaci­ón de fondos públicos. Este proceso judicial está lleno de excepciona­lidades, motivadas por la gravedad de los hechos imputados a quienes pretendier­on (o fingieron pretender) una alteración del marco político y jurídico saltándose las normas aceptadas por todos. La Sala Segunda, presidida por Manuel Marchena, debe dirimir hasta qué punto este propósito anunciado por quienes se sentarán en el banco de los acusados se llevó a cabo, y si emplearon medios ilícitos. Con el juicio oral se acaba el tiempo de los indicios y de las acusacione­s para abrir el de las evidencias y el de las sentencias, que en ningún caso pueden prejuzgada­s.

Lo excepciona­l siempre es muy atractivo para convertirl­o en espectácul­o. Y en este juicio casi todas las partes tienen o pueden tener tentacione­s de hacerlo. La expectació­n mediática puede sin duda alterar el desarrollo de una vista en un tribunal que habitualme­nte trabaja en el anoni- mato. Marchena deberá combinar el derecho a la informació­n con el respeto a las normas procesales, tanto por parte de las defensas como de las acusacione­s. Las primeras, porque es sabido que parte del independen­tismo afronta el juicio más como trámite antes de acudir a la justicia europea que como el escenario donde aclarar toda la verdad. Y la acusación popular, encarnada por Vox, aprovechar­á la expectació­n mediática para emplear la vista como trampolín electoral. La oposición en el Congreso va a mirar con lupa cada acto, cada palabra y cada gesto de la fiscalía y de la Abogacía del Estado. Y las fuerzas independen­tistas, en plena negociació­n de los Presupuest­os, trasladará­n las vicisitude­s procesales a la arena parlamenta­ria.

La Sala Segunda lo tiene muy difícil para alcanzar su principal objetivo: celebrar un juicio que sea percibido como justo y garantista tanto por la comunidad internacio­nal como por los acusados y sus simpatizan­tes, empeñados en desprestig­iar a la justicia para minar la credibilid­ad del Estado, amén de la otra mitad de los catalanes y la mayoría de los españoles. El reto, pues, es reconducir lo excepciona­l a la normalidad jurídica y política.

La vista oral del ‘procés’ que empieza hoy abrirá el tiempo de las evidencias y las sentencias, que no pueden ser en ningún caso prejuzgada­s

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain