La oposición endurece su discurso
La popular Isabel Bonig abre la legislatura con un duro discurso contra Puig, al que afea su pacto «con los comunistas» y Cantó (Cs) eleva el tono crítico
El primer debate de la legislatura arrancó ayer en Les Corts con momentos broncos dentro del formato de la discusión política que dio paso a la investidura del socialista Ximo Puig como president de la Generalitat por segunda ocasión consecutiva.
La jefa de la oposición, Isabel Bonig, avisó a Puig de que ese tono intenso en las críticas no será flor de un día, sino un avance de lo que ocurrirá durante los próximos cuatro años. Bonig afeó al president lo que considera un pacto «con la izquierda comunista», y entró también en materia de corrupción, al reprocharle que «no habla de las empresas de su hermano» o de Dilvaterra. Desde la educación y la lengua, hasta las malas prácticas políticas, pasando por la igualdad, la violencia machista o, con especial intensidad, la historia de España o la memoria democrática, todo fue objeto de rifirrafes, como aquel en el que Bonig acusó a Puig de vivir en el pasado y Puig a Bonig de hacerlo en la prehistoria. Tenso fue también el turno del síndic de Ciudadanos, Toni Cantó, y la réplica del president, con un momento álgido cuando el socialista recordó que son muchos los «entierros de amigos» víctimas de ETA a los que ha acudido en Euskadi, ante un reproche por no tener presentes a «los terroristas que asesinaron a Lluch». Sobre la intervención de la portavoz de Vox, Ana Vega, quien llegó a comparar Les Corts con un corral, Ximo Puig aseguró que le había «llegado al corazón» la apuesta de los de Abascal por ignorar el drama de la violencia machista. H