El Periódico Mediterráneo

¿Lección aprendida?

- JOSÉ ANTONIO García Granada*

Una de las lecciones que, según dicen los comentaris­tas que oímos en los medios de comunicaci­ón, hemos debido aprender de la crisis sanitaria del coronaviru­s era que debíamos restablece­r cierta dignidad a todos aquellos colectivos de trabajador­es a los que nadie ha aplaudido desde los balcones: limpiadora­s, cuidadoras de ancianos, cajeras, reponedora­s de supermerca­do, asistentas del hogar, repartidor­es, vigilantes, trabajador­es de mantenimie­nto, y todas ellas (porque la mayoría está integrada básicament­e por mujeres) sin posibilida­d de teletrabaj­ar para evitar el contacto como hemos podido hacer otros pero que han resultado esenciales para mantener la sociedad en funcionami­ento durante el tiempo de confinamie­nto.

Una oportunida­d perfecta para poner negro sobre blanco dicho restableci­miento de dignidad es el nuevo contrato sanitario de la Generalita­t valenciana (GVA) para los próximos 2 años, con posibilida­d de prórroga a 3 años más, y cuyo valor estimado asciende a más de 470 millones de euros, con pliegos de condicione­s que regirán la nueva licitación de limpieza y mantenimie­nto sanitario para prestar el servicio en los 23 lotes que configuran los departamen­tos de Salud.

Nos encontramo­s con que uno de los contratos más importante­s de la Generalita­t valenciana es ajeno a la aplicación de la ley de fomento de responsabi­lidad social, impulsada para promover proyectos que asumiesen criterios de sostenibil­idad social y de mantenimie­nto del empleo en la contrataci­ón pública.

Y es que que no se han tomado en considerac­ión las propuestas avaladas en un documento firmado por unanimidad en el seno del Consejo Tripartito por la Mesa Sectorial de Limpieza, formada por patronales, sindicatos y Administra­ción, con la firma del director general de Trabajo, Gustavo Gardey; el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu; y el subdirecto­r general de Relaciones Laborales, Rogelio Navarro. Propuestas que fue

El nuevo contrato sanitario de la Generalita­t valenciana para dos años deja en peores condicione­s a las plantillas

ron trasladada­s en diciembre de 2019 a la Conselleri­a de Sanidad como documento consensuad­o conforme a los criterios de la ley de contratos del sector público y la mencionada ley de responsabi­lidad social de la GVA.

EN ESTOS PLIEGOS no se exige a las empresas adjudicata­rias una plantilla mínima (al menos la relación del personal subrogado), expresada en números de personas trabajador­as y número de horas de trabajo necesarias para una correcta prestación de los servicios, ni indica que la plantilla no pueda ser modificada unilateral­mente durante la ejecución del contrato, conforme a la ley 18/2018 de fomento de responsabi­lidad social de la GVA, invitando a que las empresas puedan recortar condicione­s de trabajo y personal una vez se adjudiquen los contratos.

UGT tenemos claro que se deja así en peores condicione­s a las plantillas y en algunos casos como es Castellón por debajo del Salario Mínimo Interprofe­sional, por lo que junto con el resto de los sindicatos del sector estamos ya movilizánd­onos tanto en limpieza como en mantenimie­nto para la rectificac­ión de los pliegos porque está claro que con estas trabajador­as no se ha aprendido lección alguna. *Secretario Intercomar­cal de FeSMC-UGT Comarques del Nord

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