Una mujer maltratada no puede inscribir a su hijo de tres meses
A espera de juicio para el divorcio de su expareja, en prisión, había rehecho su vida con otro hombre El agresor cuestiona la paternidad a pesar de que, según la afectada, no se ven desde el 2018
Una pareja de les Alqueries lleva desde octubre del 2020 esperando que el Registro Civil de Nules resuelva la inscripción de su bebé, un trámite paralizado porque Lorena, la madre, víctima de violencia de género y legalmente casada con su expareja (en prisión hasta esta misma semana), lleva dos años a la espera de la celebración de un juicio que resuelva su divorcio. La última fecha que le han dado es para el mes de marzo.
El lunes, ante la inminente puesta en libertad de su agresor, recibió la autorización para la colocación de la pulsera GPS con la que la policía controlará que no se acerque a ella. Una buena noticia para la afectada, pero que no soluciona el problema que en estos momentos la tiene desconcertada. «No poder inscribir a mi hija tres meses después de su nacimiento es como si no existiera para nadie», explica. Que siga casada es la razón por la que el registro ha dejado pendiente de tramitar la inscripción de la recién nacida, siempre según expone Lorena, porque sería necesario probar quién es el padre legítimo de la menor. Una cuestión a la que dieron respuesta en diciembre, con la presentación de una prueba de paternidad (realizada en una clínica privada y a la que Mediterráneo ha tenido acceso), que tuvieron que pagar sus padres, porque ellos no podían, que acredita que los progenitores son Lorena y su actual pareja. Ese documento fue presentado en el juzgado de Nules, pero, según manifiesta Lorena, está «a la espera de que la Fiscalía acredite si es real».
APOYO DE SANIDAD // A efectos legales, la menor solo consta para Sanidad. «En el centro de salud de les Alqueries, expliqué mi situación y nos hicieron un SIP provisional, para que esté cubierta los tres próximos meses», dice. Un avance importante, aunque para Lorena insuficiente. Y es que se siente «doblemente víctima», pues a pesar de que han pasado dos años desde que cortó toda relación con su expareja, la Administración y su burocracia le «obligan a seguir ligada a él», y lo que es peor, también su hija, «con la que no tiene nada que ver, en absoluto», subraya.
Dice Lorena que no está divorciada, como ha sido su deseo desde el primer momento, «porque el juicio ha ido demorándose en el tiempo». En su última convocatoria «porque su abogada no podía acudir y lo volvieron a aplazar». Y así sigue, aguardando una resolución que la desvincule de su maltratador que, para colmo de males, según asegura ella, ha llegado a poner en duda la paternidad.
Según detalla la protagonista de este caso, cuando desde los juzgados notificaron a su expareja la existencia de la menor, por ser aún su marido, «hizo un escrito en el que dijo que podría ser el padre», a pesar de que no se han visto «desde que entró en la cárcel, en el 2018, algo que se puede comprobar en los registros de entrada de la prisión de Alcossebre», asegura indignada, aferrándose a la prueba de paternidad presentada y que, de momento, no ha tenido ningún efecto a su favor. RESPUESTA DE LA ADMINISTRACIÓN // Este periódico ha realizado consultas en todas las administraciones que podrían arrojar luz a la resolución de este asunto. Desde Conselleria de Justicia inciden en que no tienen ninguna competencia en la gestión de los servicios que se prestan en los juzgados, como el Registro Civil, que dependen del Ministerio, aunque aconsejan a la afectada «acudir a la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito, donde podrá recibir asesoramiento», exponen.
En cuanto al Ministerio de Justicia, tras consultar esta situación que mantiene en el limbo al bebé de tres meses, indican que debe ser el Registro Civil de Nules el que explique el caso. Al cierre de esta edición, después de jornadas intentándolo, ha sido imposible entablar contacto.
«Me siento doblemente víctima, de mi expareja y de una burocracia que no me permite inscribir a mi hija tres meses después»
MADRE DE LA MENOR AFECTADA «Desde hace dos años no tengo ninguna relación con él, como se puede comprobar en el registro de entrada de la cárcel»