La relación con el islam genera polémica en las filas de Macron
La influencia de la religión en la universidad tensa el debate político
Bastaron 12 segundos en un plató de televisión para avivar una nueva polémica en Francia: la batalla cultural en torno al «islamo-izquierdismo». La ministra de Enseñanza Superior, Frédérique Vidal, protagonizó la secuencia al anunciar una investigación sobre la pretendida alianza entre islamistas y extrema izquierda y su infiltración en las universidades. El debate no solo enfrenta a quienes denuncian un ataque contra la libertad académica y quienes temen la propagación de ideas radicales en la enseñanza, también divide a las filas de Emmanuel Macron.
«¡Socorro, vuelve la división derecha-izquierda!». Bajo este título, varias personalidades políticas, entre ellas seis ministros, firmaron una tribuna contra un debate que reaviva la dicotomía derecha e izquierda, rechazada por la doctrina inicial de Macron.
Las filas macronistas están divididas. «El islamo-izquierdismo» es un «hecho social incuestionable», lanzó el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer. «Sería no afrontar la verdad no ver que la universidad […] se ve afectada por el islamismo a veces con la ayuda de la izquierda», añadió el de Interior, Gérald Darmanin.
Fabien Escalona, politólogo, recuerda que del aparente eclectisimo político Macron «ha evolucionado» y «dado rienda suelta a la mayoría parlamentaria que agita con frecuencia las cuestiones identitarias propias de los ultraconservadores». Pero «ocupar el terreno de la extrema derecha y recuperar su lenguaje […] es una estrategia arriesgada», alerta.