4 pensionistas pierden la paga no contributiva cada semana
Los controles realizados en el último año anulan la pensión de 200 beneficiarios por superar la renta 4.334 personas de la provincia reciben esta prestación y la gran mayoría son mujeres que no han cotizado
Es la hermana pequeña del sistema público de pensiones y también la más desconocida. Y eso que en Castellón 4.334 personas subsisten gracias a una pensión no contributiva. La mayoría son mujeres mayores de 65 años que han llegado a la edad de jubilación sin haber trabajado los años necesarios para recibir la prestación o no han cotizado nunca porque durante su vida se han dedicado al cuidado de los hijos y al trabajo doméstico. Perciben una media de 421 euros al mes, una ayuda de cuya gestión se encargan las comunidades autónomas.
En la provincia cada vez son más los beneficiarios de las pensiones no contributivas (además de la prestación a la jubilación existe también la de invalidez) y eso que los controles e inspecciones que realiza cada año la administración han originado solo en el último año la retirada de 404 prestaciones, según datos del Imserso, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales. Y aunque un tercio de las prestaciones que expiraron se debieron al fallecimiento del beneficiario, otras 197 se retiraron porque la persona que recibía la prestación superaba el nivel de renta que se exige. O dicho de una manera mucho más clara: cada semana la inspección retira en Castellón una media de cuatro pensiones no contributivas porque el beneficiario ya no cumple los requisitos económicos.
Pero, ¿qué requisitos hay que cumplir para poder recibir una pensión no contributiva? La principal condición es que la renta no supere los 5.639 euros anuales por persona. Si se forma parte de una unidad familiar, el nivel de renta variará según los miembros de la familia y podrá llegar a los 42.700 euros para un núcleo de cuatro personas en el que convivan padres o hijos. Y aunque cumplan todos los requisitos, los beneficiarios están obligados a presentar en el primer trimestre de cada año una declaración tanto de sus ingresos personales como del resto de miembros de la unidad económica referidos al ejercicio anterior, así como una previsión para el año en curso. Con estos datos, el Imserso realiza una revisión para ajustar la cuantía de la nómina asignada o retirársela a aquellos que superen los límites.
MODIFICACIÓN DE CUANTÍAS Durante el año 2020, un total de 303 pensionistas de Castellón vieron modificada la cuantía de su pensión no contributiva. En muchos casos sufrieron una reducción de la paga mensual. También puede darse el caso contrario e incrementarse la prestación debido a un empeoramiento de su situación económica. A otros 197, en cambio, se les retiró la prestación y en el 80% de los casos esa anulación llegó tras las revisiones realizadas de oficio por el Gobierno o a instancia de parte. Se trata de un tipo de controles que se realizan a instancia del Imserso y que tienen como objetivo efectuar las comprobaciones necesarias a fin de determinar si permanecen las circunstancias que acreditan el mantenimiento del derecho y, en su caso, la cuantía reconocida.
Para pagar la nómina de las algo más de 4.300 pensiones no contributivas de Castellón (2.260 son de jubilación y otras 2.083 de invalidez), el Gobierno invirtió el año pasado 24, 6 millones de euros, una cantidad que año tras año no deja de crecer. Y con los beneficiarios de esta prestación ocurre lo mismo. Un ejemplo: en el 2014, quienes percibían esta ayuda eran 3.939 personas y el gasto anual ascendió a 20,6 millones,
Las pensiones no contributivas, que conceden y gestionan las comunidades autónomas y que se financian vía Presupuestos del Estado, fueron instauradas en 1990. Tienen dos grupos principales de beneficiarios: los mayores de 65 años y las personas con más de un 65% de invalidez cuyas rentas sean inferiores a las de esas ayudas. En el caso de la de invalidez, la paga es compatible con la actividad laboral siempre que no se supere el límite combinado de 11.992 euros entre pensión y empleo.