El colapso de Tráfico
Por el covid obliga al colombiano Álvaro Sabogal a desplazarse más de 600 kilómetros es precaria
Álvaro Sabogal trabajaba de camionero en Colombia, su país natal, y no podía sospechar que una visita a Castelló para ver a su hermana iba a dar un giro de 180 grados a su vida. Más de un año después sigue en la capital de la Plana, no tiene trabajo y debe recorrer más de 600 kilómetros para poder renovar su permiso de conducción de vehículos pesados. La pandemia, como no, es la responsable de esta enrevesada situación.
«Mi hermana, que tiene dos hijos, está enferma, por lo que vine a verla y me pilló el confinamiento», explica Sabogal, que pese a que tiene 60 años ve la ju
Su situación económica
bilación como algo, a día de hoy, inalcanzable. Durante su estancia obligada en la capital empezó a plantearse que, vistas las circunstancias familiares, y ante las buenas perspectivas de poder trabajar de camionero aquí, quizás podría quedarse de forma definitiva. El único requisito era renovar su licencia de conducción.
Ahí empezó para él un calvario que todavía no ha finalizado. Con el estado de alarma, todas las delegaciones de Tráfico cercanas, y no tan cercanas, estaban colapsadas, y no podía conseguir un hueco para hacer el examen teórico. «En la web no se podía hacer nada y en el 060 te tenían a la espera minutos y minutos, una llamada que cobran cara». En octubre del año pa
sado consiguió concretar una cita, aunque era para el mes de enero del 2021. En Salamanca. «Yo no sabía dónde estaba y le pregunté a un amigo que me acompañaba en ese momento. Me dijo que estaba a unas siete horas en coche», dice.
Precariedad
Ante la imposibilidad de elegir otro destino, decidió tirar de ahorros e irse a la ciudad castellanoleonesa. «Tenía unos ahorros y vendí todo lo que poseía en Colombia», indica, aunque recuerda que comparar el peso colombiano y el euro es como hacerlo «entre la tierra y el oro». Le ayuda también su hermana pese a sus muy limitadas posibilidades, ya que recibe ayuda de Cáritas. Muy pocos re
Desplazado Álvaro Sabogal ayudando en el camión de un amigo.
cursos, por tanto, para alojarse en Salamanca, matricularse en una autoescuela y hacer primero el examen teórico y luego las prácticas. Y es que Tráfico no acepta que las haga en Castellón, denuncia. «He sentido que si fuera de otro país, este proceso sería mucho más fácil», añade Sabogal.
Aprobó el teórico y el 12 de abril le toca el práctico, tras sus
pender la primera convocatoria. «La conducción aquí es muy distinta a la de Colombia», señala. Su objetivo es establecerse en la capital junto a su hermana, que vive en la ronda Magdalena. «Si en España la situación es precaria, en Colombia mucho más, ya que a la pandemia se unen problemáticas como la corrupción o la guerrilla», sentencia.