La copa llega con una fiesta contenida
La Real Sociedad no programa ningún acto, aunque algunos aficionados invaden la Parte Vieja
La Copa del Rey de fútbol lograda por la Real Sociedad llegó ayer a Guipúzcoa, donde un importante dispositivo de seguridad impidió a los aficionados recibir a los campeones ni en el aeropuerto de Hondarribia ni en las instalaciones de Zubieta.
La Ertzaintza y las policías locales cortaron los accesos a los dos posibles puntos calientes de celebración para evitar las escenas de aglomeraciones registradas tanto el viernes en Zubieta como ayer en algunas calles de la Parte Vieja de San Sebastián. No obstante, cientos de aficionados aguardaron en los márgenes de la carretera que conecta Hondarribia con San Sebastián para saludar a los campeones. Los capitanes de la Real, Asier Illarramendi y Oyarzabal, fueron los encargados de bajar la copa del avión, seguidos del presidente del club, Jokin Aperribay, el director de fútbol, Roberto Olabe, y el técnico, Imanol Alguacil.
La afición guipuzcoana celebró el sábado por la noche en sus casas, cumpliendo el toque de queda, el histórico triunfo. Ayer, en una mañana soleada, cientos de donostiarras salieron a las calles ataviados con camisetas, bufandas y banderas de la Real.
Imanol Alguacil entró en la historia del club tras lograr el título y confirmando la supremacía de los donostiarras en sus últimos partidos ante el Athletic, con cuatro victorias en los cinco derbis que ha dirigido el técnico de Orio. Culminó la rueda de prensa oficial «en modo aficionado», con la camiseta y bufanda blanquiazul y cantando y gritando como un hincha más para celebrar el tercer título copero de la historia de la Real.