EEUU y la UE se abren a suprimir las patentes en la vacunación
Biden ve prioritario elevar la producción y apoya suspender la propiedad intelectual de las vacunas La Unión Europea discutirá la propuesta para «afrontar la crisis de manera más efectiva»
La pandemia del covid-19 ha supuesto un reto global de difícil travesía, donde los avances de la vacunación se erigen ya como el principal punto de esperanza cercana en los países occidentales, pero no tanto en aquellos cuyo acceso a los fármacos inmunizadores contra el virus es deficiente o, incluso, inexistente. Sin embargo un apoyo público, el de Estados Unidos --al que se sumó horas después la predisposición de la Unión Europea-- a una propuesta presentada en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para suspender la propiedad intelectual de las vacunas, las famosas patentes, puede ser un elemento que haga la diferencia para alcanzar antes la vacunación total en el mundo.
Fue la representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Katherine Tai, quién informó de que Washington considera necesario aumentar la producción de vacunas para acabar con la pandemia en todo el mundo, pese a dejar claro que sigue creyendo «firmemente» en la protección de la propiedad intelectual. «Esta es una crisis de salud global y las circunstancias extraordinarias de la pandemia del covid-19 exigen medidas extraordinarias», argumentó Tai en referencia a esta liberación temporal de las patentes para acelerar la vacunación.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que la UE está «dispuesta a discutir» la idea de levantar de manera temporal la protección que ofrecen las patentes sobre las vacunas desarrolladas contra el coronavirus, una iniciativa a la que los Veintisiete se han resistido hasta ahora. «La UE está dispuesta a discutir toda propuesta dirigida a afrontar la crisis de manera efectiva y pragmática y estamos dispuestos a discutir cómo la propuesta para una suspensión temporal de la protección de la propiedad intelectual de la vacunas podría ayudar a lograr ese objetivo», añadió Von der Leyen.
La decisión de EEUU, horas después, fue aplaudida por organismos internacionales como la propia OMC, la Organización Mundial de la Salud (OMS) o Naciones Unidas, así como buena parte de los países, entre ellos España, que señaló que la suspensión temporal planteada por el presidente de EEUU «marca el camino».
En el lado contrario, el grupo de Investigadores y Manufactureros Farmacéuticos de Estados Unidos, asociación que engloba a fabricantes como AstraZeneca, Pfizer y Johnson & Johnson --encargados de lanzar las vacunas-- advirtió de que la propuesta «debilitará todavía más las cadenas de suministro y alimentará la proliferación de vacunas falsificadas». Se necesitan entre 10.000 y 14.000 millones de vacunas para poner punto y final a la pandemia del covid-19. Se precisan además por todo el mundo y se necesitan ya. Los primeros meses de producción masiva de estos fármacos han puesto sobre la mesa poco más de 400 millones de dosis: un escaso 3% del total que se necesitaría para frenar la expansión del virus en todo el planeta. Los pronósticos más optimistas estiman que, de seguir así, se tardará entre un año y un año y medio en producir inyecciones suficientes para inmunizar a todo el mundo. Los más pesimistas calculan que serán años (en plural) y que aun así será muy difícil llegar a todos.