El Villarreal hace historia
El Villarreal elimina al Arsenal en las semifinales de la Europa League tras empatar en Londres y se medirá ante el Manchester United en la que será la primera final de toda su trayectoria
Nos vemos en Polonia! La alegría se desbordó. Un Villarreal competitivo, con gen de campeón, que supo sufrir pero también esa dosis de fortuna que tantas veces le ha dado la espalda. El fútbol pagó su deuda. La
il.lusió de tot un poble ya es real. El Submarino ya está a un solo paso de ganar el primer título oficial de su historia. Gdansk le espera. Solo queda un escollo para ser campeón: el Manchester United. Miles de groguets lloraron en sus casas… pero esta vez de alegría. Pau Francisco Torres, el niño que no pudo contener sus lágrimas en la grada del Madrigal, cuando, hace 15 años, Riquelme falló aquel penalti, precisamente ante el Arsenal y
se cerró dolorosamente la puerta de una final de Champions ante el Barcelona, también lloró aunque de emoción, porque el equipo de su pueblo había entrado en la historia del fútbol europeo.
CÓMO ASTÉRIX Y OBÉLIX Si existe un guion bonito para contar, este es el del Villarreal. Como en las historias de Astérix y Obélix, donde los pequeños héroes de una diminuta aldea gala plantan cara al imperio romano, protegidos por una pócima milagrosa que multiplica sus fuerzas, los guerreros de Emery han logrado una silla en el Olimpo. Y la historia solo ha hecho que empezar, porque el capítulo final se escribe en Gdansk. El Villarreal se cargó a uno de los gigantes de la Premier. El English
power en las dos finales no fue posible: los groguets salvaron el orgullo español y frenaron lo que hubiera sido el monopolio británico en Champions y Europa League.
CON AMBICIÓN Emery salió a ganar. Sin miedos, sin el temor de medirse a uno de los grandes de la Premier. El Villarreal formó con un tridente de ataque con Alcácer,
Gerard y Chukwueze. Nada de defender el 2-1 de la ida. Había que marcar para estar en la final y ser solvente en defensa. La entrada en el partido fue la de un equipo con las ideas claras, que sabía cómo jugar con el balón en su poder, pero también replegarse y cerrar espacios cuando lo tenía el Arsenal. La pelota quería más al Villarreal que a los gunners, pero los londinenses exhibían poderío cuando asomaban la cabeza en el área rival. Aubameyang dio el primer susto en un tiro que salió tocando el poste por la línea de fondo.
El equilibrio de fuerzas se mantenía con dos equipos cuya propuesta es alegre y agradable para los catadores de buen fútbol. Los
minutos pasaban, pero el 0-0 era un marcador tan bueno como peligroso, porque mantenía el partido entre la frontera del bien y el mal. Del éxito y del fracaso. El Villarreal, por ello, buscaba el gol.
TIC, TAC, TIC, TAC La segunda parte se presentaba taquicárdica. El Arsenal salió en busca de ese gol que necesitaba para pasar. Y, en cinco minutos, generó las ocasiones de Pépé y Smith Rowe. El tiempo pasaba y los gunners ya entraban en esa fase de que es o todo o nada, con la desesperación de ver cómo se estrellaba una y otra vez ante un muro infranqueable.
El Villarreal seguía buscando el jaque mate. Yeremi lo tuvo, pero tropezó con un Leno estelar. El encuentro entraba en ebullición. Minutos de alta tensión y nervios sin control. El Submarino resistía, el Arsenal dominaba. Otro susto de Aubameyang y Sant Pasqual se llevó el balón al poste.
Arteta tiró de sus últimos cartuchos y sacó al renqueante Lacazette y a Willian. Pero el Villarreal apretó los dientes y supo sufrir, como hacen los campeones. Polonia espera. Histórico.