Israel y Hamás acuerdan por separado cesar las hostilidades
El alto el fuego declarado unilateralmente por ambos bandos entró en vigor la pasada madrugada Gaza trata ahora de recomponerse al drama de los 232 muertos en diez días de conflicto
Tras diez días de ofensiva sobre Gaza, Israel y Hamás pactaron un alto el fuego. El gabinete de emergencia convocado ayer por el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, aprobó una declaración unilateral en Gaza que pone fin a las hostilidades. Poco después, Hamás confirmó una tregua «mutua y simultánea» que empezó a las dos de la pasada madrugada. Hoy es el inicio de otro principio para la Franja: sin bombas cayendo del cielo, llega la hora de tratar de recomponerse entre tanta muerte y destrucción.
Tras varias jornadas, las conversaciones negociadas por terceras partes dan el fruto exigido por multitud de actores. Un portavoz del movimiento islamista Hamás avanzó por la mañana a Efe que la tregua «probablemente tenga lugar pronto», cuando desde hace días los mediadores internacionales, especialmente Egipto y la ONU, habían intensificado sus esfuerzos para restablecer la calma tras 10 días de violencia. «El dedo de la resistencia permanecerá en el gatillo; el alto el fuego significa una victoria para la resistencia», afirmó el líder de Hamás, Mosheer al Masri, sobre la posibilidad de esa tregua.
Desde Washington, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró que las informaciones sobre un movimiento hacia el alto el fuego entre Israel y Hamás eran «claramente alentadoras». Horas antes, el secretario general de la ONU, António Guterres, reiteraba su llamamiento al alto el fuego inmediato. «Llamo a todas las partes a cesar las hostilidades ahora», dijo el portugués. «Los ataques indiscriminados y los ataques contra civiles y contra la propiedad civil son violaciones de las reglas de la guerra», recordó.
TENSIÓN EN LA ONU Precisamente fue en la Asamblea General de la ONU donde se vivió un momento de especial tensión. El embajador israelí ante la organización, Gilad Erdan, decidió abandonar la sala cuando intervino su homólogo palestino. También en Nueva York, Estados Unidos defendió su rol en las negociaciones. «No creo que haya ningún país trabajando con más urgencia o fervor por la paz», sostuvo su embajadora Linda Thomas-Greenfield. Durante las últimas dos semanas, EEUU ha celebrado más de 60 reuniones diplomáticas al más alto nivel, según Thomas-Greenfield.
Tras diez días de ofensiva israelí en el enclave, los palestinos lloran a los 232 palestinos que han muerto por los bombardeos, incluyendo 65 niños. Más de 1.900 personas han resultado heridas y han llevado a los hospitales al límite desbordando las unidades de cuidados intensivos. También en Israel, 13 personas –incluidos dos menores– han muerto durante esta escalada bélica.
EN RUINAS Este alto el fuego supone el principio de otra Gaza. Al menos 184 edificios residenciales y casas y 33 centros de medios de comunicación han sido completamente destruidos. La Oficina de
Medios del Gobierno en Gaza informó de que las pérdidas materiales ascienden a 322 millones de dólares. Todo tipo de servicios básicos como escuelas, hospitales o centros juveniles han sido dañados. Hay más de 72.000 desplazados internos. El proceso para volver a ser la empobrecida Franja que era hace diez días será largo.
Mientras, el Ejército israelí presume de haber acabado con decenas de infraestructuras de Hamás y con comandantes clave de la milicia palestina. Esta ofensiva ha fortalecido a un Netanyahu que se veía a un paso de liderar la oposición. A su vez, Hamás demostró ser un rival digno del Estado hebreo, cuyos ciudadanos, desde el sur hasta el norte, se han visto forzados a resguardarse durante horas en los refugios antimisiles. Así concluye la escalada bélica más intensa desde 2014. Sin paz para una Franja en ruinas y de duelo.