Albiol, Yeremi Pino y Fornals abandonan la burbuja paralela
Luis Enrique mantiene su lista inicial de 23 convocados y esperará hasta última hora a Busquets
Tras una semana angustiosa, Luis Enrique, el seleccionador español, comienza a recibir buenas noticias. A pocas horas del estreno en la Eurocopa (mañana, 21.00 horas) en Sevilla ante Suecia, el técnico pudo trabajar por vez primera con todo el grupo. Como si fuera un entrenamiento normal. Y lo era después de varios días en que el asturiano ha tenido a su disposición a 39 jugadores: 22 en la burbuja oficial y 17 en la burbuja paralela.
La Federación española informó ayer al mediodía que los jugadores habían vuelto a dar negativo en los controles PCRS a los que habían sido sometidos, contando, además, con el retorno de Diego Llorente, el central del Leeds, que había dado un falso positivo. Ahora, solo falta que se una Sergio Busquets a la expedición de la selección, que viaja hoy a Sevilla, la ciudad que acogerá los tres partidos. Pero la burbuja paralela, integrada por 11 jóvenes de la selección sub-21 y seis que había llamado urgentemente Luis Enrique, ha quedado ya oficialmente disuelta.
Cabe recordar que en dicha lista se encontraban los jugadores del Villarreal, Raúl Albiol y Yeremi Pino; y el castellonense Pablo Fornals. Los tres recibieron la llamada de Luis Enrique para ejercitarse al margen por si había mas positivos en la lista de 24 convocados inicialmente y debían estar preparados para sustituirlos. Al final, no será necesario y los tres regresan a sus vacaciones, después de haber demostrado un ejemplo de compromiso y ganas de colaborar con la selección española, algo que el propio seleccionador reconoció públicamente y en privado a cada uno de los futbolistas.
No en vano, ayer se vivió una escena llena de emoción sobre el césped de Las Rozas cuando los 23 convocados (falta aún Busquets) hicieron el pasillo de honor a los que han trabajado en silencio, asumiendo que eran la opción B. Ahora, tras una semana de pavor y miedo, sobre todo al contagio por el virus, España quiere meterse en la burbuja del balón, donde le espera una Suecia que a priori es inferior.
Para ello, Luis Enrique tiene, o tenía antes de la burbuja y el positivo de Busquets y el falso positivo de Llorente, un plan: Jugar con el 4-3-3, su sistema preferido, convirtiendo la presión, extenuante presión al contrario, en una irrenunciable forma de entender la vida. Correr hacia adelante para recuperar el balón como si no existiera el mañana y evitar así correr angustiado hacia atrás.
No obstante, deberá mejorar en las dos áreas, donde Unai Simón sigue dejando dudas si se compara con los años de Iker Casillas y en la delantera; ya que Morata apenas aprovecha sus oportunidades y donde el groguet Gerard debe ser el delantero referencia.