Les dejó su perro, dos tarjetas de crédito con las claves y un Alfa Romeo nuevo
o con una ingesta de productos tóxicos que pueden causar la muerte. Las pruebas encargadas permitirán despejar las posibles dudas sobre la manera en que Tomás Gimeno asesinó a sus dos hijas en la vivienda de Igueste de Candelaria.
En el auto conocido ayer gracias a la labor del gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) se realiza una relación de los hechos que son investigados por los profesionales de la Guardia Civil. En base a los datos que se conocen por parte de los agentes, Tomás Gimeno y Beatriz Zimmermann mantuvieron una relación similar a la del matrimonio, fruto de la cual nacieron Olivia y Anna. La pareja se rompió hace un año, lo que implicó el cese de la convivencia. Desde ese momento, el empresario siguió viviendo en la finca situada en el Camino Cruz Colorada en Igueste de Candelaria, mientras que Beatriz estableció su casa en el núcleo de Radazul, en El Rosario. Aunque no existía una resolución judicial que determinara la custodia de las menores, estas quedaron bajo la tutela de hecho de la madre, con quien convivían.
Tomy, como era conocido el padre en su entorno más cercano, mantuvo entonces, de forma constante, hacia Beatriz un trato vejatorio. A diario, la mujer recibía comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes, dirigidos a menospreciarla por haber rehecho su vida con una nueva pareja, el ciudadano belga Eric Domb. En numerosas ocasiones, Gimeno le manifestó a Zimmermann que no toleraba que dicho hombre compartiera momentos con sus hijas.
El día de la tragedia
El 27 de abril, Tomás se puso de acuerdo con la progenitora de las pequeñas para pasar la tarde con ellas. Hacia las 17.00 horas, el padre fue a la vivienda de Beatriz en Radazul, donde recogió a la menor, Anna, y se dirigió al centro infantil en el que Olivia pasaba las tardes de los martes y los jueves, que se halla también en el término municipal de El Rosario.
La recogida de la pequeña fue aprovechada por Tomás Gimeno para tener un primer gesto de despedida. Se dirigió a su actual pareja, la directora del mencionado centro infantil, y le entregó un estuche de creyones envuelto en cinta de embalar. El padre de las pequeñas le dijo a su novia que lo llamara a las 23.00 horas. A pesar de ello, la mujer abrió el paquete hacia las 17.20 horas. Dentro había un fajo de billetes por valor de 6.200 euros y una carta en la que se despedía de su actual pareja.
Cuando salió del centro infantil, Tomy fue con las menores al domicilio de sus padres, en una céntrica calle residencial de Santa Cruz de Tenerife. Dejó a Anna con sus abuelos y se dirigió con su vehículo, un Audi A3, a un club
Beatriz recibió un mensaje de telefonía móvil de Tomás Gimeno, con un audio y la voz de Olivia. La niña le decía que fuera a buscar los «cuadros de Tata» y que metiera el coche en la finca. La mujer preguntó a qué hora y le respondió que a las 21.00 horas.
Los investigadores de la Guardia Civil y la autoridad judicial consideran que, presuntamente, Tomás Gimeno mató a sus hijas en el mencionado domicilio. Después las envolvió con toallas y las introdujo en bolsas de basura. Y estas, a su vez, fueron metidas en bolsas de deporte que fueron transportadas hasta el maletero del Audi A3.
A las 21.05 horas, Tomás se desplazó con el automóvil, con los cuerpos de sus hijas en el interior, hasta Santa Cruz de Tenerife. Paró en casa de sus padres, pero sin que estos se dieran cuenta. A escondidas dejó a su perro, dos tarjetas de crédito con sus claves y dos juegos de llaves de su vehículo nuevo, un Alfa Romeo Giulia, que dejó la madrugada de ese día, hacia las 00.30 h., estacionado y tapado con una funda en la finca donde ejercía su actividad profesional.
Beatriz llegó a la finca de Igueste de Candelaria pasadas las 21.00 horas. Cogió los cuadros y llamó a Tomy, quien le respondió que iban a comer algo y que le dejaría a Anna y Olivia en su casa de Radazul. La mujer todavía no era consciente del dolor que le iba a causar su expareja sin esperarlo y que ha conmocionado a todo el país.