Torre la Sal clama por tierra y mar
Decenas de barcos se suman a la protesta y los vecinos se manifiestan con pitos y cacerolas
Decenas de barcas se congregaron frente a la playa de Torre la Sal ayer a mediodía para apoyar a los vecinos afectados por el posible derribo del poblado a causa del polémico expediente de Costas. Con su presencia, bocinas y pancartas participaron en esta pacífica concentración desde el mar, mientras en tierra numerosas personas pitaban y hacían sonar sus cacerolas en protesta por la intención del Gobierno de expropiar estas pintorescas casas, fundamentándose en un deslinde marítimoterrestre muy posterior a la construcción de estas viviendas.
Una representación del equipo de gobierno de Cabanes, encabezada por la alcaldesa, Virginia Martí; y la diputada nacional del PSPV, Susana Ros, se unió a la protesta para apoyar la conservación del poblado marítimo. Algunas de estas típicas viviendas mediterráneas tienen más de 100 años de vida e historia. El Ayuntamiento ha trabajado, desde el primer anuncio de Costas de recuperar la propiedad de las casas y establecimientos comerciales de la zona, para preservar Torre de la Sal.
La concentración fue un «éxito, reuniendo a alrededor de 2.000 personas, con total respeto, demostrando y dando a conocer nuestro poblado y lo que somos, nuestra esencia marinera», según explicó Martí. Y congregó a todo tipo de embarcaciones en el mar, aparte de barcos y veleros, kayaks, kitesurf, motos acuáticas...
«Estamos muy contentos, han respondido muy bien pese a hacer un cambio de fecha. Hemos hecho todo el ruido que hemos podido, la gente está súper concienciada, han firmado todos los que pasaban para apoyar la causa y se han vendido muchas camisetas», explicó Mercedes González, una de las propietarias afectadas. Carmen López, otra vecina, declaró: «Esto no puede desaparecer, es un oasis del Mediterráneo, lo tienen que proteger. Todos somos uno».
Desde que se dio a conocer la noticia, han sido numerosas las autoridades y de todos los partidos que han visitado el poblado, incluido el presidente de la Diputación, José Martí; y el del Consell, Ximo Puig, quien mostró su apoyo a los residentes, empresarios y al consistorio de Cabanes.