Espadas gana las primarias socialistas con claridad
El alcalde de Sevilla supera el 55% y no habrá segunda vuelta
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, será el encargado de intentar recuperar el otrora feudo inexpugnable de la Junta de Andalucía para el PSOE y hoy en manos del PP y de Vox. Espadas se impuso en las primarias socialistas a la que fuera presidenta de la Junta, Susana Díaz, en un triunfo de amplias repercusiones internas, en el seno del PSOE, y externas, en la política andaluza y nacional. De hecho, el 55,05% de voto alcanzado hace innecesaria la celebración de una segunda vuelta. Díaz obtuvo el 38,76% y el tercer candidato, Luis Ángel Hierro, un 5,56%. Datos con el 99,8% escrutado.
Un triunfo que fortalece a Pedro Sánchez, su principal valedor, por cuanto demuestra que el ascendente con que cuenta sobre la militancia, el que le permitió resurgir de las cenizas y hacerse de nuevo con la secretaría general, tras su forzada dimisión del 2018, sigue incólume. Y nada menos que en la principal federación socialista, con más de 45.000 militantes. Un ascendente que se mantiene a pesar de defender, abiertamente y sin ambages, una medida tan polémica en muchas partes de España como es la concesión de los indultos a los presos del 1-O. Y aquí se enlaza con el influjo en la política española. Este 13 de junio fue marcado hace semanas como clave para que, a partir de ahora, el Consejo de Ministros decida cuándo proceder a la medida de gracia con los presos, que será parcial tras el dictamen del Tribunal Supremo. Y el doble desenlace, el de las primarias y el pinchazo de las derechas en la manifestación contra los indultos de la plaza de Colón de Madrid dejan expedito el camino de Sánchez, no solo para tratar de desinflamar el conflicto con Cataluña, sino para mirar con mayor tranquilidad los dos años restantes de legislatura.
Una victoria, la de Espadas, conseguida contra la que fuera rival del propio Sánchez en las primarias del 2019 al liderazgo del partido. Y que, por tanto, dejan a la todavía secretaria general del PSOE andaluz tocada de muerte políticamente. Con todo, no fue una victoria fácil. O al menos, durante el día no se percibió así. La participación fue altísima: del 75,29% de los más de 45.000 militantes socialistas.