Un nuevo guion que busca trascender a la política
No se trata de salvar a los pajaritos porque son bonitos, sino de preservarlos para salvar al ser humano. El informe insta a detener la pérdida y degradación de ecosistemas, ya que puede «contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano entre 0,4 y 5,8 gigatoneladas de CO2 al año». La restauración de ecosistemas ricos en carbono y especies es asimismo una opción «barata» y «rápida» de mitigar el calentamiento global, indican los expertos. La científica de la UAB, Victoria Reyes-García, reclama a los gobiernos respuestas más ágiles ante esta crisis conjunta. Las ayudas que la Unión Europea mandará a los estados miembros, por ejemplo, son un buen ejemplo, asegura ReyesGarcía, puesto que permiten condicionar la subvención a un uso sostenible de los recursos.
El informe crea una narrativa nueva sobre el problema, da una visión de conjunto que los expertos esperan que pueda trascender al ámbito de la política. «Nuestro deseo es que nuestro trabajo tenga efecto en las grandes políticas, y luego cada país ya irá adaptándolas, pero lo importante es dar el mensaje de que cada acción tiene sus efectos». Pone como ejemplo de ello el debate sobre la nueva factura de la luz y el comentario generalizado sobre encender la máquina de lavadora para ahorrar. «¿Por qué no se habla sobre los programas cortos o sobre el uso de agua fría en lugar de caliente? La gente debe darse cuenta de que vivimos en un planeta que tiene límites».
«La tierra y el océano ya están haciendo mucho absorbiendo casi el 50% de las emisiones de CO2 humanas. Pero la naturaleza no puede hacerlo todo», resumió Ana María Hernández Salgar, presidenta de IPBES, en la presentación del informe.