Sánchez arranca a Biden la próxima cumbre de la OTAN
La minicita entre ambos dirigentes en plena crisis con Marruecos se queda en menos de un minuto La reunión de la Alianza Atlántica coincidirá con el 40º aniversario de la adhesión de España
Se había creado muchísima expectación entorno a la primera entrevista que debían mantener el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de Estados Unidos, Joe Biden, ayer en Bruselas. Finalmente, este primer contacto, en los márgenes de la cumbre de líderes de la Alianza Atlántica, no duró ni un minuto. Lo que tardaron los dos dirigentes en recorrer la distancia que separaba el lugar de la foto de familia de la sala de reuniones. Aún así, Sánchez ha logrado salvar el fiasco con un compromiso firme de los aliados que ya se esperaba: la próxima cumbre de líderes de la OTAN en 2022 se celebrará en Madrid.
Nada más terminar de hacerse la tradicional fotografía, Sánchez se acercaba a Biden para charlar por primera vez con el presidente de Estados Unidos, instalado en la Casa Blanca desde el pasado 20 de enero. El objetivo, según fuentes de Moncloa era «saludarse, conocerse personalmente y establecer un primer contacto». Un primer intercambio que se prolongó algo más de medio minuto. «No tengo un cronómetro pero ha sido un poco más de esos segundos. Hemos tenido una breve conversaciones y después un paseo porque nos lo pedían los servicios de la OTAN», explicó posteriormente quitando hierro a la brevedad e informalidad de la reunión.
Es más, según el presidente del Gobierno, durante este breve paseo le dio tiempo de hablar de «reforzar los lazos militares» y «actualizar el acuerdo bilateral de defensa», que España secunda, de la situación en Latinoamérica, y el problema migratorio. «Le he trasladado mi preocupación sobre la situación migratoria y la pandemia en esa región» y «le he felicitado por la agenda progresista que ha puesto en marcha», relató Sánchez sobre lo que ha definido como «una primera toma de contacto» tras la que esperan seguir en contacto y colaborando.
«Desde Moncloa siempre se ha hablado de encuentro, nunca se había empleado la palabra reunión ni la idea de encuentro bilateral que tiene otras implicaciones diplomáticas. Era para saludarse, conocerse y dar una imagen que pudiera quedar reflejada gráficamente, como ha sido», señalan fuentes de Moncloa ante las grandes expectativas creadas la semana pasada cara a una cumbre con un estricto protocolo y con las reuniones tasadas y medidas. Aun así, Sánchez sí ha mantenido un encuentro formal, por ejemplo, con el primer ministro, Boris Johnson, en la sede de la delegación británica en la OTAN acompañados de las ministra de Defensa, Margarita Robles, y de Exteriores, Arancha González-Laya. Durante esta cita abordaron «la necesidad de seguir reforzando las relaciones bilaterales, profundizando en áreas como seguridad y defensa e impulsar el acuerdo entre España y Reino Unido en lo relativo a Gibraltar», anunció el presidente en las redes sociales. También hablaron sobre el covid-19 y la campaña de vacunación.
Pese al patinazo del encuentro con Biden, Sánchez se lleva de Bruselas el compromiso de la Alianza Atlántica de celebrar la cumbre de líderes de 2022 en Madrid. Un anuncio que realizaron Sánchez y el secretario general de la OTAN, Jen Stoltenberg, durante una rueda de prensa conjunta y que coincidirá con el 40 aniversario de la adhesión de España a la organización. «Es un mensaje fuerte de que reconocemos el papel importante de España en nuestra alianza», dijo el noruego que eludió pronunciarse sobre la crisis entre España y Marruecos.
«No será una cumbre más. En Madrid definiremos la estrategia de la OTAN para 2030 y eso muestra el compromiso y la confianza de los aliados», dijo Sánchez sobre una cita en la que aprobarán también el nuevo concepto estratégico de la Alianza Atlántica.
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