La lactancia transmite anticuerpos contra el covid-19, pero no el virus
Las investigadoras destacan que en las muestras de leche analizadas no hay rastro del patógeno Estos resultados sustentan de forma evidente la importancia de recomendar el amamantamiento
Durante la pandemia se ha hablado de cómo el SARS-CoV-2 podía transmitirse por gotículas o aerosoles. Sin embargo, respecto a los anticuerpos que luchan contra los efectos dañinos su aparición en el organismo estaba exclusivamente ligada a la respuesta natural después de infección y a la vacunación. No obstante, investigadoras valencianas han mostrado cómo en la leche materna se podía transferir las proteínas protectoras, pero no el patógeno.
Se trata de una investigación coordinada por Cecilia Martínez Costa, jefa de Servicio de Pediatría de Hospital Clínico e investigadora principal del Grupo de Nutrición Pediátrica del Instituto Incliva, y Mª Carmen Collado, investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IATA-CSIC).
Así, tras años estudiando la composición de la leche materna y su relación con la salud materno-infantil, la doctora Collado explica que decidieron «adaptarse a las nuevas necesidades de la ciencia», y esta ahora pasa por el covid. Según su estudio, en ninguna de las muestras de leche materna de mujeres que habían pasado la infección del covid había presencia del ARN del virus mientras que en prácticamente todas mantenían anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 de clase IgA, IgG e IgM y que estos seguían en el tiempo.
«Estos resultados sustentan de forma evidente la importancia de recomendar la lactancia materna de forma sistemática en todos los casos en los que la madre tenga poca o nula sintomatología», explica al respecto la doctora Martínez Costa por si hubiera dudas respecto a la posible seguridad de esta en caso de contagio. Esto no quiere decir, sin embargo, que esa transmisión de anticuerpos sirva al lactante de protección. «Todavía no tenemos evidencia de si esos anticuerpos tienen o no efecto protector, son necesarios más estudios», expresa Collado, quien destaca que respecto a otras infecciones víricas o bacterianas sí que ayudan a la defensa.
TRAS LA VACUNACIÓN En relación con los anticuerpos, este estudio también muestra que estos anticuerpos (los IgA e IgG) se generan después de la vacunación (especialmente tras la segunda dosis) y se transmiten con la lactancia. Existe mucha variabilidad en la respuesta de anticuerpos entre mujeres y en función de la vacuna. Collado insiste así en que la vacunación «es la única forma de salir de esta situación» y que pese a que gestantes y lactantes no fueron incluidas en los ensayos clínicos, su inmunización es segura.
«La lactancia materna es una prioridad, y aún necesitamos más estudios dirigidos a confirmar el potencial papel protector de esos anticuerpos presentes en la leche materna», sentencia.